Dentro de lo absurdo de los encasillamientos que tan de modo están y que se adjudican normalmente con poco o ningún criterio, nos encontramos con los referentes a la atracción sexual. Hoy vamos a tratar sobre un neologismo que puede y debe dar ínfulas, rigor, fortaleza y cohesión al + de LGTBI... Total, ¡qué más les dará una letra más! Y creo, solo creo, que para la M aún no había nada. Es la aportación de hablarydecir.com al movimiento, que se trata de ampliar derechos y nosotros siempre queremos más y más y muchos más.
El antecedente. Significado
Quizás con un leve signo sarcástico, pero estamos hablando totalmente en serio, no se lo tomen a mal. En su día, allá por la época de la plandemia con tanto tiempo libre y tantísima limitación grosera, me enteré de la existencia del término sapiosexual, no sé dónde ni por qué. Aunque el diccionario oficial de la RAE no lo contempla, la sapiosexualidad es un término bien construido y, por lo visto, es de uso no extraño en ciertos ambientes. Así, sapiosexualidad debería definirse así:
- Orientación sexual caracterizada por la atracción romántica o sexual hacia la inteligencia o capacidad intelectual de otras personas, independientemente de su género o apariencia física.
- Tendencia a valorar primordialmente el intelecto, el conocimiento y la capacidad de pensamiento crítico en una potencial pareja.
Esas acepciones irían acompañadas por la etimología de la palabra: neologismo formado a partir del latín sapiens (sabio, inteligente) y sexualis (sexual).
Misologosexualidad
Admirar la inteligencia y los conocimientos de los demás me parece una buena forma de caminar por la vida porque, en definitiva, se admira algo de valor real positivo. Otra cosa es apuntar solo a eso como los factores esenciales en una relación afectiva o sexual.
El asunto al que nos referimos es muy propio de una sociedad adulterada, acrítica, inmadura y tremendamente moldeable. Es la mirada opuesta a la sapiosexualidad.
Misologosexualidad es un neologismo formado a partir del derivado del latín misología, que significa aversión al razonamiento o al conocimiento y que fue un término introducido por Platón. Por lo tanto, la misologosexualidad es lo que sencillamente se deduce: atracción sexual, en cualquier plano, hacia la ignorancia y el conocimiento.
¿Por qué la misologosexualidad?
Solo captamos un fundamento posible: la absurda fascinación por lo primitivo, lo espontáneo o lo simple, en contraposición a la complejidad intelectual. Algunas personas podrían sentirse atraídas por quienes muestran desinterés por el conocimiento formal o quienes viven de manera más instintiva y menos reflexiva. Se trata de una actitud que rechaza o desprecia el conocimiento académico o intelectual.
Otra posibilidad es la atracción por la autenticidad. En algunos casos, lo que parece ser una atracción hacia la ignorancia podría ser más bien una preferencia por personas que se perciben sin pretensiones intelectuales. O sea, que es lo mismo.
Lo peor de todo es que hay gente así y la seguirá habiendo mientras los planes globales del poder económico y político sigan por estas veredas crueles y antinaturales. Pero estamos para luchar contra eso y contra todo lo que sea menester.
Repercusiones
En entornos donde predomine la misologosexualidad (si los hay), puede haber una carencia de acceso a información adecuada sobre sexualidad, lo que contribuiría a problemas como embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual y otros riesgos de salud. Además, puede perpetuar prejuicios y tabúes alrededor de la sexualidad, dificultando que las personas expresen abiertamente sus identidades o preferencias sin temor a ser juzgadas.