¿Es un trasunto?

Trasunto es una palabra que, aunque tuvo un uso relevante en épocas pasadas, especialmente en la literatura barroca y en contextos jurídicos medievales, hoy en día es poco común y puede considerarse en desuso o al menos poco frecuente en el habla cotidiana. Además, su riqueza semántica y sus conexiones filosóficas e históricas invitan a un rescate que permita recuperar su valor y significado original. Es esa la razón por lo que intentamos rescatar del olvido a este trasunto

Trasunto. Orígenes y significado

La palabra hunde sus raíces en el latín medieval, de transumptus (participio de transumĕre, tomar de otro), formado por trans- (de un lado a otro) y sumĕre (tomar). Originalmente designaba una copia escrita de un documento, evolucionando después a significar imitación o reflejo de algo

En español surgió en el siglo XIII como un término notarial para designar copias legales de contratos, aquellas que los escribas reproducían con meticulosidad para garantizar su validez en distintos territorios. Con el tiempo, su significado se expandió más allá de lo jurídico. En el Siglo de Oro español, escritores como Cervantes la dotaron de matices literarios. En la segunda parte de El Quijote, el personaje de don Antonio Moreno habla de un retrato que es trasunto y borrón del original, introduciendo la idea de que toda copia implica una pérdida, pero también una reinterpretación.

Dos acepciones ofrece la RAE en su diccionario oficial:

  • Copia escrita de un original.
  • Imitación exacta, imagen o representación de algo.

Como sinónimos actúan copia y reproducción en el primer caso y representación, imagen, reflejo e imitación en el segundo. El antónimo es original.

Trasunto en literatura

El debate sobre el trasunto como imitación de la realidad tiene ecos platónicos. Platón ya desconfiaba de los artistas por crear meras copias de las Ideas, sombras de un mundo verdadero. Siglos después, Walter Benjamin retomaría esta inquietud al analizar cómo la reproducción técnica despoja a las obras de su aura única. Entre ambos, Calderón de la Barca usó el concepto de trasunto de manera metafísica en La vida es sueño, donde Segismundo encarna la lucha entre el destino y la libertad, siendo a la vez copia y original de sí mismo.

Los escritores han jugado con el trasunto como recurso narrativo. Gustavo Adolfo Bécquer, en su Rima LIII, convierte el amor perdido en un trasunto de sí mismo, algo que solo existe como eco en la memoria. Jorge Luis Borges llevó esta idea al extremo en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, donde los objetos de un mundo imaginario se vuelven más reales que los originales. Junto a Bioy Casares, Borges escribió Las doce figuras del mundo, un relato donde un manuscrito apócrifo se revela como trasunto de otro que nunca existió, cuestionando la autoría y la autenticidad.

En el arte contemporáneo

En el siglo XX, Marcel Duchamp desafió las nociones de originalidad al convertir objetos cotidianos -como un urinario- en obras de arte. Su pregunta implícita era: ¿puede un trasunto convertirse en original por el mero acto de nombrarlo? Hoy, la inteligencia artificial actualiza el debate. Estas tecnologías crean trasuntos digitales tan convincentes que borran la frontera entre lo real y lo ficticio. En música, hay herramientas que permiten imitar voces de artistas, generando versiones que oscilan entre el homenaje y el plagio.

Trasunto. Usos modernos

En el español actual, trasunto conserva un matiz peyorativo en países como Argentina, donde se usa para descalificar copias mediocres o plagios disfrazados. Sin embargo, su raíz latina -trans, cruzar– la emparenta con palabras como traslucido o trascender, todas vinculadas a la idea de traspasar límites. Curiosamente, el inglés carece de un equivalente exacto: términos como carbon copy (CC) se limitan al ámbito administrativo, sin la carga filosófica que trasunto adquirió en español.

La historia del trasunto revela una paradoja: aunque nació para garantizar la fidelidad de los documentos, terminó simbolizando la imposibilidad de reproducir algo sin transformarlo. En la era digital, esta paradoja se ha intensificado. Los algoritmos de IA y las redes sociales han convertido el acto de copiar en un fenómeno masivo, desdibujando los conceptos de autoría y autenticidad. Quizás, como sugería Borges, el original no sea más que un trasunto de otro trasunto, en una cadena infinita donde lo único real es el acto mismo de crear.

En el comercio también sabemos mucho de trasuntos. Especialmente el de personas en situación irregular que venden ilegalmente artículos de procedencia ilegal sin impedimento alguno.

 

Trasuntos

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