Exordio
Hoy, día de Nochebuena y momento cumbre de la Navidad, no vamos a lanzar una campaña para rescatar a una palabra del olvido: vamos a hacerla para dos, que están muy interconectadas entre sí: allende y aquende.
¿Allende y aquende son fósiles lingüísticos que sobreviven como reliquias del español medieval? Es posible, pero a nuestro entender, lo que hemos de plantearnos es si ambos términos cumplen o no con alguna función en nuestro vocabulario. Ahí la respuesta, realmente, solo puede ser positiva.
Allende y aquende. Etimología
Allende proviene del latín illinc (de allí), significando originalmente más allá de, de fuera.
Aquende deriva de eccum inde (de aquí), representando de este lado, de aquí.
Ambas palabras aparecieron documentalmente en el siglo XIII, especialmente en textos de Alfonso X y han mantenido su estatus lingüístico gracias a la literatura y a la Real Academia Española.
Allende. Significados
Cinco acepciones contempla el diccionario oficial:
- Más allá de. Su fama se extendía allende nuestras fronteras. Se dirigió hacia allende las dunas.
- Además de, fuera de. Tomaron el vino que habían traído, allende lo que había en la bodega.
- De la parte de allá, al otro lado. Los que consiguieron atravesar los Andes permanecieron allende. Usado a veces con un complemento introducido por la preposición de: Los vio allende de la valla.
- La parte de allá, el otro lado. Usado precedido de preposición. Usado a veces con un complemento introducido por la preposición de: Vinieron de allende de las colinas.
- Además. Usado con un complemento introducido por la preposición de. Allende de ser hermosa, era discreta.
Es importante señalar que en todas las acepciones anteriores, la RAE señala que estamos ante una preposición o adverbio considerado como cultismo.
Aquende. Significados
- Más acá de. Vendían especias de allende y aquende la mar.
- De la parte de acá, a este lado. Usado frecuentemente en contraposición a allende: Censaron a la población allende y aquende. Usado a veces con un complemento introducido por de: Los viajeros permanecieron aquende del río.
- La parte de acá, este lado. Usado precedido de preposición: Los artistas de aquende escribieron un manifiesto.
A diferencia de allende, aquí no se subraya que sea un cultismo, sino solo que, en todos los casos, es una preposición o un adverbio de poco uso.
Allende y aquende. Usos
En la práctica histórica, estos términos antónimos tenían una profunda carga geográfica y existencial. Allende se utilizaba para referirse a territorios conquistados o desconocidos, proyectando la imagen de mundos por descubrir. Los cronistas medievales la empleaban para describir espacios más allá de las fronteras conocidas, casi como una invitación a la aventura.
Su uso actual es casi exclusivamente literario y académico, con una presencia testimonial en menos del 0,03 % del habla hispana cotidiana. Sin embargo, su valor histórico es incuestionable.
En textos jurídicos, poéticos y científicos, allende y aquende conservan su elegancia arcaica, permitiendo expresiones como allende los mares o aquende la frontera que transmiten una precisión geográfica y temporal única.
Curiosidades
La herencia lingüística se extiende más allá del lenguaje. Ciudades mexicanas son, por ejemplo, San Miguel de Allende y Allende. Y el nombre de la región portuguesa de Alentejo, significa Allende Tajo.
Además, Allende es también un apellido vasco, originario de Vizcaya, que llevó, por ejemplo, un marxista-leninista chileno que hundió la economía de su país y no salvó ni su dignidad.
La persistencia de allende y aquende en nuestra lengua es un testimonio de cómo las palabras, más allá de su uso cotidiano, son verdaderos arquetipos de memoria cultural, fragmentos de historia que sobreviven y que queremos que sigan haciéndolo en el futuro.
NOTA: La imagen que ilustra este artículo es una vista de la ciudad de San Miguel de Allende y es propiedad de www.sanmiguel.me