Exordio
Pelafustán es la palabra que hoy presentamos para su público rescate del olvido y, por lo tanto, del desuso. Un término sonoro y llamativo en sus formas que, obviamente, figura entre nuestros Insultos certeros pero que debería figurar en el vocabulario habitual del hispanohablante medio.
Pelafustán. Etimología
Proviene de la combinación de dos elementos: Pelar (en el sentido de desgastar o gastar) y fustán (una tela gruesa de algodón que se utilizaba como manta por personas de escasos recursos).
Así, la palabra se originó para describir a una persona indigente que tenía un fustán gastado (pelado) debido al uso constante y la falta de medios para adquirir uno nuevo.
Significado y usos
Oficialmente, el diccionario de la RAE define escuetamente pelafustán como pelagatos, sin más adición que señalar sus sinónimos pelagallos y paria. Sin embargo, en el uso contemporáneo, pelafustán se emplea como un término despectivo que hace referencia a:
- Una persona insignificante o mediocre.
- Alguien sin posición social o económica.
- Una persona holgazana o sin ocupación productiva.
Pelafustán. Curiosidades históricas
- En documentos del siglo XVIII, aparece la forma pelafustan (sic), relacionada con la venta de lino y actividades textiles.
- La palabra se utilizó por autores costumbristas y criollistas chilenos del siglo XIX y principios del XX.
- Impacto social y lingüístico. El uso de términos como pelafustán es objeto de crítica por parte de lingüistas y académicos debido a su carga clasista. Algunos argumentan que estas palabras reflejan actitudes discriminatorias que no se alinean con los valores de una sociedad moderna. Es decir, que la sociedad moderna quiere ocultar la existencia (o abundancia, mejor dicho) de pelafustanes, de personas insignificantes o mediocres, sin posición social o económica. Y esa existencia ¿debe, de verdad, excluirse del lenguaje? En hablarydecir creemos exactamente lo contrario y esa es una razón más para proponer el rescate (y con honores) de pelafustán. Además ¿no son ellos también los que dicen esa estupidez de que lo que no se nombra no existe? Pues lo nombramos porque existe, y muchos lo son por el tesón que demuestra el gobierno de todos para conseguir que lo sean.
Evolución
Usted sabe bien que, para algunas cosas, como hacer oficiales en español a extranjerismos innecesarios, la RAE se da no solo mucha maña sino también una prisa que parece inusitada. Y también sabe que, a veces, deja morir a palabras por no adecuarlas a la realidad del uso actual.
Lo anterior es consecuencia de la observación: hay palabras como pelafustán que han sido reemplazadas en el discurso público por clasificaciones más técnicas y menos peyorativas. Y es por eso por lo que pelafustán se refiere más ahora (dentro de su mínimo uso) a la gente holgazana, a esos que no tienen oficio ni beneficio y que ahora, para no ofender, se les llama ninis. No obstante, las posibilidades de uso del vocablo son tan grandes que el mismísimo sátrapa y cómitre Sánchez, el prosternador ante las élites mundiales y las no menores marroquís, podría ser sujeto definido sin hacer uso de demasiada imaginación.
En resumen, pelafustán es más que un simple término despectivo; es un reflejo de la historia social y lingüística del español. Ya saben todos ustedes que el socialismo y, en general, la acientífica ideoilogía woke, lo que precisan de nosotros es que seamos pobres para ser así más manejables. ¿A quién le interesa la pobreza ajena? Solo la ajena, claro. Pues eso.