La batalla de Nördlingen. Descripción, desarrollo y consecuencias
La batalla enfrentó a dos grandes bloques:
- Ejército hispano-imperial. Integrado por fuerzas del Imperio Habsburgo (Sacro Imperio Romano Germánico) y de la Monarquía Hispánica, con el refuerzo crucial de los Tercios españoles. Estaba comandado por el Cardenal-Infante Fernando de Austria, hermano de Felipe IV de España, y por Fernando Ernesto de Hungría, hijo del emperador Fernando II.
- Ejército protestante. Formado por tropas suecas y de la Liga de Heilbronn (alianza de estados protestantes alemanes), bajo el mando de Gustav Horn y Bernardo de Sajonia-Weimar.
La batalla de Nördlingen. Desarrollo
El ejército sueco-alemán, confiado en su superioridad táctica, avanzó para socorrer la ciudad de Nördlingen, sitiada por los imperiales. Tomaron posiciones en una línea de colinas al sur de la ciudad, especialmente en el cerro de Albuch, clave para el desarrollo del combate.
El Cardenal-Infante, anticipando el movimiento enemigo, reforzó rápidamente las posiciones en las colinas, especialmente con los veteranos Tercios españoles. El 5 de septiembre hubo escaramuzas y los suecos lograron algunos avances, pero el grueso de la batalla se libró el 6 de septiembre. Los protestantes lanzaron repetidos asaltos contra las posiciones católicas, siendo rechazados una y otra vez gracias a la resistencia y disciplina de los Tercios y las fuerzas imperiales.
La superioridad numérica y la mejor coordinación de los hispano-imperiales permitieron envolver y desbordar a los suecos. El ejército protestante colapsó, sufriendo miles de bajas y la captura de Gustav Horn. Bernardo de Sajonia-Weimar logró escapar con parte de sus fuerzas.
Figuras destacadas
- Cardenal-Infante Fernando de Austria. Su liderazgo y capacidad estratégica fueron determinantes para la victoria católica. Tras la batalla, fue recibido como héroe en Bruselas y nombrado gobernador de los Países Bajos españoles.
- Fernando de Hungría. Hijo del emperador y comandante imperial, jugó un papel clave en la coordinación de las fuerzas.
- Gustav Horn. General sueco, capturado tras la derrota.
- Bernardo de Sajonia-Weimar. General protestante, logró salvar parte del ejército en retirada.
- Francisco de Escobar. Sargento mayor de los Tercios, destacado por su defensa del Hesselberg frente a fuerzas muy superiores.
Consecuencias
- Fin de la hegemonía sueca en el sur de Alemania. La derrota fue tan severa que el poder protestante quedó gravemente debilitado y los suecos perdieron la iniciativa en la guerra.
- Paz de Praga (1635). Muchos aliados alemanes de Suecia firmaron la paz con el emperador, desintegrando la Liga de Heilbronn y cambiando la naturaleza del conflicto, que dejó de ser principalmente religioso para convertirse en una lucha por la hegemonía europea.
- Intervención francesa. Francia, alarmada por el resurgir Habsburgo, intervino directamente en la guerra, declarando la guerra a España y al Imperio en 1635, lo que internacionalizó aún más el conflicto.
- Prestigio de los Tercios españoles. La batalla reafirmó la reputación de los Tercios como una de las fuerzas más eficaces de su tiempo, capaces de resistir y vencer a los ejércitos más modernos de Europa.
Resumen
Un nuevo éxito, fundamentalmente de los Tercios españoles fue el resultado de la Batalla de Nördlingen que incluimos en nuestra sección ¿Qué fue? Y, efectivamente, fue una victoria decisiva para los Habsburgo y sus aliados españoles, que cambió el rumbo de la Guerra de los Treinta Años. Su resultado alteró el equilibrio de poder en Europa y precipitó la entrada de Francia en la contienda, prolongando así el conflicto y transformando su carácter.