Analizamos hoy en Polímatas a Bernabé Cobo, sacerdote jesuita, cronista y naturalista español cuya vida y obra se desarrollaron principalmente en América, especialmente en el virreinato del Perú y México. Nacido en Lopera (actual provincia de Jaén) en 1582 y fallecido en Lima en 1657, destacó como antropólogo, naturalista, escritor, historiador, misionero, cronista y sacerdote católico.
Bernabé Cobo. Formación y primeros años
Nació en Lopera a finales del siglo XVI y desarrolló una vida marcada por la curiosidad intelectual y el afán de conocimiento en el contexto de la expansión hispánica en América. Tras una formación básica en su tierra natal, viajó a América siendo aún adolescente, impulsado por el deseo de aventura y la promesa de nuevas oportunidades. En Lima, su encuentro con la Compañía de Jesús fue decisivo: ingresó en el Colegio Real de San Martín y, posteriormente, en el noviciado jesuita, donde completó estudios de humanidades, filosofía y teología. Su formación religiosa no solo le condujo al sacerdocio, sino que también le permitió acceder a una educación integral y rigurosa, propia de la orden jesuítica, que incluía el dominio de lenguas clásicas y modernas, así como una sólida base en artes y ciencias.
Labor misionera y dominio lingüístico
Ya como sacerdote, desplegó una intensa labor misionera y educativa en diversas ciudades del virreinato del Perú y, más tarde, en México y Centroamérica. En el ámbito lingüístico, aprendió quechua y aimara, lo que le permitió comunicarse directamente con las poblaciones indígenas y recoger información de primera mano sobre sus tradiciones, creencias y costumbres. Su interés por las culturas prehispánicas se tradujo en una labor etnográfica pionera, documentando aspectos sociales, religiosos y políticos de los pueblos andinos y mesoamericanos.
Bernabé Cobo. Botánica y zoología
La pasión de Cobo por la naturaleza americana le llevó a practicar la botánica y la zoología con un rigor inusual para su tiempo. Observó, clasificó y describió minuciosamente la flora y la fauna del Nuevo Mundo, realizando investigaciones sobre especies vegetales y animales desconocidas en Europa. Sus observaciones sobre fenómenos naturales, como la corriente fría del Pacífico —que posteriormente sería conocida como corriente de Humboldt—, muestran su capacidad de análisis científico y su espíritu de observador meticuloso.
Historia y crónica del Nuevo Mundo
Como historiador, concibió y redactó una de las crónicas más ambiciosas del siglo XVII, la Historia del Nuevo Mundo, donde integró sus saberes teológicos, históricos, etnográficos y naturales. Esta obra, fruto de décadas de viajes, observaciones y recopilaciones, constituye una fuente imprescindible para el conocimiento de la América colonial, tanto por la riqueza de sus descripciones como por la amplitud de su enfoque. En ella, Cobo no solo relata hechos históricos, sino que también analiza la organización social, las creencias religiosas, las lenguas y las prácticas cotidianas de los pueblos indígenas, así como la geografía, la climatología y la biodiversidad del continente.
Bernabé Cobo como polímata
Su vida y obra justifican plenamente su consideración como polímata. No se limitó a una sola disciplina, sino que integró saberes religiosos, filosóficos, lingüísticos, históricos, etnográficos y científicos, abordando la realidad americana desde una perspectiva integral. Su formación humanística y científica, su dominio de varias lenguas, su capacidad de observación y análisis y su producción intelectual, desde la teología hasta la historia natural, lo sitúan en la tradición de los grandes sabios del Siglo de Oro. La amplitud y profundidad de sus conocimientos, así como su afán por comprender y describir el mundo en toda su complejidad, hacen de Bernabé Cobo una figura ejemplar del espíritu polímata de la época.
