Burros y borricos
Leyendo las efemérides de hoy, 13 de mayo, una pregunta me ha venido a la mente: si borrico viene de burro ¿no sería más lógico burrico que borrico?
Vamos al oráculo y comprobamos que no, que borrico no procede de burro sino que, curiosamente, es al revés.
La palabra borrico proviene del latín tardío burricus, que significa caballo pequeño. Esta palabra latina se adoptó en el español antiguo como borrico. Por otro lado, burro es un derivado de borrico y significa asno en la primera acepción y persona bruta e incivil en la segunda.
Esto deja claro que borrico fue la palabra original, y burro se desarrollo a partir de ella.
Burrico, sin embargo, sí es un diminutivo y sí procede de burro. Por lo tanto, ya controlamos a los burros y borricos, pero…
¿Y burrito?
Por supuesto, este es otro diminutivo con el mismo valor y función que burrico.
El término burrito significa literalmente pequeño burro en español, derivado de burro con el sufijo -ito, que es un diminutivo.
¿Solo eso es un burrito?
No. En Bolivia por burrito se entiende un instrumento ortopédico que da apoyo a las personas que sufren entorpecimiento para caminar.
Y, claro, en el contexto de la comida, un burrito es una tortilla grande de harina de trigo enrollada forma de ovoide y rellena de carne, frijoles, verduras o queso, típica de la cocina mexicana.
Los burritos (como alimento) tienen sus raíces en el norte de México, en el estado de Chihuahua. Su origen se remonta a comienzos del siglo XX, durante la Revolución Mexicana (aunque puede ser anterior, de la segunda mitad del XIX). Los vaqueros, conocidos como charros, necesitaban alimentos prácticos y fáciles de transportar mientras trabajaban largas jornadas en el campo. Así nacieron los burritos: una combinación de ingredientes envueltos en una tortilla de harina.
¿Por qué burrito?
Una leyenda popular cuenta que un hombre llamado Juan Méndez, que vivía en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez durante la Revolución Mexicana, vendía comida en la calle, envuelta en tortillas gigantes para que se mantuviera caliente. El creciente número de pedidos le empujó a buscar la ayuda de un burro para las entregas de sus tortillas rellenas. Los trabajadores observaron la llegada del burrito y así es como este plato finalmente obtuvo su nombre. El hecho de que el hombre cargara los alimentos en un burro daría origen al singular nombre del plato. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no parece haber ningún registro que avale dicha leyenda. Aunque es bonita y puede parecer plausible.
Pero ¡oh, decepción! Lo que sí sabemos es que la palabra burrito ya figuraba en el Diccionario de Mexicanismos de 1895, con la definición: Una tortilla que envuelve carne u otros ingredientes, también llamado cocito en Yucatán y taco en el centro del país. Así que quizás sea cierta la leyenda, pero si lo es fue anterior a la Revolución Mexicana.
Y de otros burros, borricos y burritos ya hablaremos en cualquier momento. O no, como diría Rajoy.
De burricalvos ya hemos tratado…