¿Para qué sirve el cartílago nasal?
Cumple funciones esenciales tanto estructurales como funcionales:
- Soporte y forma. Proporciona soporte y define la forma externa de la nariz, especialmente en la punta y las alas nasales. Esto es fundamental para la apariencia estética y la simetría facial.
- Protección. Protege las estructuras internas de la nariz, como los cornetes y el tabique nasal, evitando que se deformen o lesionen fácilmente.
- Mantenimiento de la permeabilidad nasal. Los cartílagos alares mantienen abiertas las narinas (orificios nasales), permitiendo el paso adecuado del aire durante la respiración y evitando el colapso de la entrada nasal..
- Regulación del flujo de aire. El cartílago del tabique nasal separa las fosas nasales y regula el flujo de aire, lo que permite una respiración eficiente y equilibrada.
- Humidificación y calentamiento del aire. Participa en la humidificación y calentamiento del aire inspirado antes de que llegue a los pulmones, lo que protege las vías respiratorias y el tejido pulmonar.
¿Y por qué hay cartílago nasal y no hueso?
El cartílago nasal es un tejido flexible y resistente que permite que la nariz mantenga su forma, pero también que absorba impactos y se adapte a las presiones respiratorias normales, protegiendo así las vías respiratorias y la estructura nasal. Si toda la nariz fuera de hueso, sería mucho más rígida y susceptible a fracturas ante golpes leves, además de dificultar funciones como la respiración y la modulación del flujo de aire.
La estructura nasal combina hueso y cartílago: la parte superior y el puente están formados por hueso, mientras que la porción inferior y la punta están formadas por cartílagos hialinos que aportan flexibilidad y soporte. Esta combinación permite que la nariz cumpla tanto funciones protectoras como de filtrado y humidificación del aire, además de facilitar la percepción de olores y la resonancia de la voz.
Así, no sería adecuado que toda la nariz estuviera formada solo por hueso, ya que perdería flexibilidad, capacidad de adaptación y protección, comprometiendo tanto la función respiratoria como la integridad anatómica.