En tiempos pretéritos, esos que Zapatero primero y Sánchez están poniendo de moda, en España había regiones, no comunidades autónomas. Y esas regiones eran, mayoritariamente naturales; así estaba León (León, Zamora, Salamanca, Valladolid y Palencia), Castilla la Vieja (Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ávila) y Castilla la Nueva (Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara). Por intereses personales y políticos y con pretensiones quizás oscuras esas tres regiones dieron paso a cinco comunidades autónomas: ambas Castillas, La Rioja, Cantabria y Madrid. Más diputados, más televisiones, más políticos, más chiringuitos…
Castilla y León. Orígenes
Es una comunidad autónoma en el noroeste de España que debe su nombre a la unión histórica de dos antiguos reinos: Castilla y León. La denominación refleja la integración artificial de territorios que, aunque vecinos, tuvieron trayectorias políticas y culturales distintas.
Castilla deriva del término latino castella, que hacía referencia a las fortalezas que caracterizaban la región en sus orígenes como marca defensiva. León, por su parte, toma su nombre del latín Legio, aludiendo a la presencia de una legión romana en la zona.
Configuración actual
La historia de Castilla y León está marcada por su papel central en la formación de España. Los reinos de Castilla y León se unieron en 1230 durante el reinado de Fernando III, consolidando una entidad política que lideró la Reconquista y sentó las bases para la Corona de Castilla.
Sin embargo, la comunidad autónoma actual es fruto de una división administrativa anómala que no buscó ni busca el interés general sino otras conveniencias. Se creó en 1983 mediante la unión de nueve provincias: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Esta configuración ha sido criticada por algunos como artificial (hablarydecir lo hace abiertamente), ya que combina territorios con identidades históricas diferenciadas.
Castilla y León. Símbolos y debate
El gentilicio oficial es castellanoleonés, aunque también se usa ‘castellano y leonés’ para enfatizar las identidades específicas. Otro dislate.
La bandera de Castilla y León está dividida en cuatro cuarteles: dos con un castillo amarillo sobre fondo rojo (representando Castilla) y dos con un león púrpura sobre fondo blanco (representando León). El escudo sigue el mismo diseño.
Desde un punto crítico, la unión administrativa ha generado tensiones entre las identidades castellana y leonesa. Algunos sectores reclaman mayor reconocimiento para León como región histórica separada, argumentando que la integración diluye su legado cultural. Además, la falta de una capital oficial refuerza la percepción de que esta comunidad carece de cohesión interna.
¿Por qué decimos Castilla y León y, sin embargo, Castilla-La Mancha? Porque en la política mezquina —no en toda política— la lógica es un elemento evanescente que casi nunca está presente.
¿Por qué, no obstante la diferente estructura del nombre propio, decimos castellanoleonés y castellanomanchego? Porque obedecen a una ilógica similar, posiblemente la ideoilógica.