Exordio
No es exactamente chabacano el mejor adjetivo para calificar a Pedro Sánchez. Otros le pegan más, como mentecato, bochornoso, vergonzoso, miserable, ridículo, humillante, abyecto, vil, inicuo, traidor, rastrero o pérfido. Realmente, si van a nuestra sección, aún inacabada, de Insultos certeros todos los que allí exponemos le quedan perfectamente, unos en su sentido literal y otros de modo más eufemístico.
¡Ay, nuestras digresiones! Solo pueden ser causadas por un miedo atroz a lo que ese sujeto -y quienes le apoyan y aplauden sin rubor- sea capaz de hacer ante la mirada atónita de todos los españoles, pusilánimes la mayoría.
Chabacano. Significado
En México es un albaricoque, así como suena. Pero vamos a lo mollar. El diccionario oficial lo primero que dice sobre este término es que su origen es incierto, así que luego intentaremos ahondar al respecto. Junto con la última (el albaricoque) nos presenta tres acepciones:
- Grosero o de mal gusto. Sinónimos: chabacán, grosero, maleducado, vulgar, basto, ordinario, tosco, burdo, descortés, zafio, soez, chocarrero, ineducado.
- Perteneciente o relativo al chabacano.
- Lengua criolla de base española y con la estructura gramatical de lenguas nativas, que se habla en Mindanao y otras islas filipinas.
Tenemos, por tanto, dos acepciones básicas.
Chabacano. Etimología
A) En cuanto a la primera acepción. La palabra chabacano proviene del término chavo, que era una germanía del siglo XVI para referirse a un centavo. Chavo es una aféresis de ochavo, que a su vez proviene del latín octavus, octavo. Inicialmente, también se utilizaba para describir una fruta desabrida o de mala calidad, especialmente ciruelas o albaricoques, y de ahí lo que pervive en México.
El término chabacano aparece documentado por primera vez entre los años 1525 y 1547 en la obra del poeta y dramaturgo español Diego Sánchez de Badajoz.
B) En cuanto a la lengua. La denominación chabacano para la lengua criolla hablada en Filipinas tiene un origen interesante y despectivo. Queda claro que chabacano en español es algo vulgar o de baja calidad. Durante el período colonial español en Filipinas, surgió una lengua criolla como resultado del contacto entre los colonizadores hispanohablantes y la población local. Esta lengua criolla se consideraba una versión vulgar del español, ya que no seguía las reglas gramaticales de este.
Los españoles peninsulares y la clase alta de Filipinas, conocidos como ilustrados, utilizaban el término chabacano de manera despectiva para referirse a esta lengua criolla. La consideraban un lenguaje de la calle o lenguaje de cocina, en contraste con el español culto que ellos hablaban.
A pesar de su origen despectivo, el término se adoptó para describir esta lengua criolla. Hoy en día, el chabacano es una lengua reconocida y valorada en Filipinas, especialmente en la región de Zamboanga.
Chabacano. Historia
El español fue el primer idioma oficial y unitario de Filipinas, desde la llegada de los españoles en 1565 hasta la segunda mitad del siglo XX. Durante este periodo, el español se convirtió en una lengua de prestigio y se utilizó en la administración, la educación y la cultura.
El héroe nacional José Rizal escribió la mayoría de sus obras en español, al igual que la mayoría de escritores y pensadores del siglo XIX. La Revolución filipina se articuló en idioma español, y la Primera República Filipina fundada en 1899 estableció el español como idioma oficial. La primera Constitución de Filipinas, al igual que el himno nacional filipino se escribieron en español. Hasta ahí, nuestra grandeza, pero llegó la desidia.
Hoy en día, sin embargo, el español sigue siendo solo lengua opcional en la escuela filipina y es hablado como segunda lengua por el 3 % de la población del país, es decir, apenas por un medio millón de personas.
El chabacano es una de las pocas lenguas criollas que se derivan del español, junto con el papiamento del Caribe y el criollo palenquero de Colombia. Algunos estudiosos también incluyen en esta lista al chamorro de las Islas Marianas y al yopará de Paraguay, este último una lengua criolla que se deriva del guaraní y el español.
Algunos autores hispanistas como el filipino Guillermo Gómez Rivera sostienen que el chabacano fue hablado hasta por el 60 % de la población hasta comienzos del siglo XX.