De Cantabria

abril 14, 2025

El nombre Cantabria proviene del etnónimo cantabri (cántabros), usado por los romanos para designar a las tribus que habitaban el norte de la península ibérica. Su primera mención escrita data del 195 a.C., en Orígenes, de Catón el Viejo, donde se describe a los cántabros como un pueblo belicoso. Aunque solo se conservan 80 fragmentos, Orígenes es fundamental para entender la historiografía romana temprana. Su mención de los cántabros la convierte en una fuente clave para estudios etnográficos.

Cantabria. Etimología

Una teoría destaca de modo sobresaliente frente a las restantes, la de la raíz céltica, que afirma que deriva de kanta-abri (habitantes de las peñas o montañeses), vinculado a la geografía rocosa de la región. La teoría celta es la única con consenso académico, avalada por fuentes clásicas, historiadores y estudios lingüísticos.

Otra teoría propone el origen en canta-Iberia (ciudad del Ebro), pero está considerada como infundada.

Como curiosidad añadimos que Cantabria no procede de Cantábrico, como se ha difundido y asimilado. Es exactamente, lo inverso: Cantábrico deriva directamente del latín cantabrĭcus, que a su vez proviene del etnónimo cantabri (cántabros), el nombre dado por los romanos a las tribus del norte peninsular. Su significado está ligado a la geografía y cultura de la región, con raíces en lenguas antiguas.

Uso histórico y símbolos

En época romana, Cantabria designaba un territorio amplio, no solo la actual comunidad autónoma. Los cántabros fueron famosos por su resistencia a Roma (Guerras Cántabras, 29–19 a.C.).
Durante la Edad Media y Moderna, el nombre persistió de forma intermitente. En 1778 se creó la provincia de Cantabria, sustituida en 1801 por la provincia de Santander.
En 1981, con el Estatuto de Autonomía, se recuperó oficialmente el nombre histórico para la comunidad uniprovincial.

La bandera cántabra está compuesta por dos franjas horizontales de igual anchura (blanca arriba, roja abajo) y es de origen marítimo: desde el siglo XVIII, los barcos de Santander ya ondeaban este diseño, como consta en documentos del título de ciudad concedido en 1755. Su uso se extendió durante la Primera Guerra Carlista (1833), cuando milicias isabelinas la portaron en la batalla de Vargas. El color blanco simboliza la pureza, la redención y la voluntad de resistencia y el rojo, la sangre derramada en defensa del territorio y la identidad cántabra. En 1984, se añadió el escudo autonómico en el centro.

El escudo. Aprobado en 1984, combina elementos históricos y arqueológicos:

  • Cuartel superior. Torre dorada y nave rompiendo cadenas: representa la liberación del dominio feudal y la tradición marítima (el lábaro cántabro, barco usado contra Roma). Cabezas aureoladas: aluden a los mártires San Emeterio y San Celedonio, patrones de Santander.
  • Cuartel inferior. Estela de Barros: motivo geométrico de una estela cántabra prerromana, símbolo de la cultura autóctona.
  • Corona real. Refleja la adhesión a la monarquía española.

El diseño fue criticado por partidos como el PSOE y el PRC, que propusieron incluir el bisonte de Altamira (ya ven ustedes el nivel). Finalmente, se impuso la versión actual sin consenso unánime.
Algunos historiadores cuestionan la inclusión de la nave y las cabezas, considerándolos añadidos artificiales.

Cántabros

El término cántabro se remonta directamente a los cantabri romanos. Su uso ha sido constante, aunque con variantes coloquiales como montañés (por la geografía) o pasiego (en zonas rurales, por el valle del Pas).

Como denominación alternativa se ha usado, y sigue haciéndose, el término montañés, pero aunque está muy extendido, es genérico y no refleja la identidad histórica específica.

Cantabria y cántabro. Corolario

El gentilicio cántabro encarna una identidad arraigada en la resistencia indígena, la romanización y la reivindicación autonómica moderna. Su persistencia demuestra cómo un etnónimo antiguo puede reactualizarse como símbolo político y cultural. Estamos ante términos con 2.200 años de historia, y su vigencia actual mezcla memoria prerromana, construcción nacionalista del siglo XIX y legitimación autonómica contemporánea.

Cantabria: bandera y escudo

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