Quizá ya lo sabía pero no todos los delfines son cetáceos piscívoros…
El término delfín para referirse a un sucesor político tiene su origen en la Francia medieval. Proviene del título nobiliario Dauphin (Delfín en español), que se otorgaba al heredero al trono francés. Este título se originó en 1349 cuando el conde Humberto II de Viena vendió la provincia de Dauphiné al rey Felipe VI de Francia, con la condición de que el heredero al trono francés llevara el título de Dauphin.
El uso de delfines se mantuvo durante cinco siglos en la monarquía francesa, hasta la Revolución Francesa. Actualmente, la palabra delfín se utiliza de manera más amplia para referirse a la persona designada para suceder a otra en un cargo, especialmente en el ámbito político.
Es importante destacar que este uso del término delfín no tiene relación con el mamífero marino del mismo nombre. La etimología de ambas palabras son distintas: la del cetáceo procede del latín delphin, -īnis, y este del griego δελφίς delphís.