Denuncien al administrador de la finca porque suponemos que él (o ella) será responsable de esta barbaridad.
Ciertamente teníamos un tanto olvidada esta sección de Galería de horrores, hoy hace exactamente un mes de la anterior entrada. Como dijo aquél: Lo siento mucho, no volverá a ocurrir (o sí).
¡Denuncien! Antecedentes
Dicho lo anterior, vayamos al grano. Estamos ante el rótulo que han plantificado en los 34 portales de una urbanización de viviendas clase media en las afueras de Zaragoza. Quien esto escribe se ha ocupado en preguntar a varios vecinos desde cuando están colgados esos rótulos y me contestan que desde la construcción, o sea, hace unos 15 años.
Uno de esos vecinos me comenta que sí, que algunos se habían dado cuenta de tamaño dislate y que, incluso, plantearon en una junta vecinal que se cambiasen… Pero no, no triunfó la propuesta porque, ¡vaya por Dios, era muy caro! Y no se queda ahí, hay más. Resulta que me dice que si viera las notas que, temporalmente, ponen los administradores en los ascensores para informar de asuntos puntuales, fliparía.
Causa
El objetivo de esta sección no es denunciar los ataques de los particulares a la ortografía (en ese caso no pararíamos de hacer fotos y publicarlas). No revelaremos nunca, salvo que sea animus iocandi y ocultando al autor, ese tipo de infracciones. En realidad aquí hemos de delatar solo las tropelías que cometen las administraciones públicas.
El caso del que nos ocupamos hoy no es ni privado ni público, pero lo consideramos tan irrespetuoso con la ortodoxia ortográfica que nos hemos lanzado: ¡Denuncien al administrador!
Análisis
Vean bien la foto y díganme ¿hay alguna palabra bien escrita? ¿Algún signo de puntuación correcto? ¿Tiene algún sentido? ¿Ven concordancias? Lamentablemente, todas las respuestas son negativas. Es una gran pena y una falta de respeto enorme. Queda prohibido reuniones de jovenes… (sic, claro).
