Exordio
Nec laudibus nec timore, sed sola veritate.
Es decir, No por elogios ni por miedo, sino por la sola verdad. Es una expresión latina de la que desconocemos su autor y que resalta la importancia de la verdad y la honradez por encima de la adulación o el temor.
O sea, nada que ver con la realidad que vivimos, aunque podemos y debemos cambiarla.
Por la sola verdad. Origen
La frase Nec laudibus nec timore, sed sola veritate es una expresión en latín que se traduce como Ni por alabanzas ni por miedo, sino solo por la verdad. Esta frase tiene un principio ético y moral que enfatiza la importancia de actuar y hablar basándose únicamente en la verdad, sin dejarse influenciar por el deseo de recibir elogios ni por el temor a las represalias.
Contexto
Esta frase ha sido utilizada en diversos contextos históricos y filosóficos. Uno de los usos más notables fue por el cardenal Clemens August von Galen, obispo de Münster, durante la época del régimen nacionalsocialista en Alemania. Von Galen adoptó esta frase como lema de su episcopado, destacando su compromiso de defender la verdad y la justicia, incluso frente a la opresión y el peligro. En sus sermones, condenó abiertamente las atrocidades del régimen nazi, incluyendo la persecución de los cristianos y el asesinato de personas discapacitadas, demostrando así su valentía y su adhesión a la verdad por encima de todo.
Por la sola verdad. Análisis
Nec laudibus nec timore. La palabra nec se traduce como ni, y se usa aquí para negar tanto laudibus (alabanzas) como timore (miedo). Esta construcción enfatiza la exclusión de ambas influencias externas en la toma de decisiones o en la expresión de opiniones.
Sed sola veritate. La palabra sed significa sino, introduciendo una contraposición. Sola es el ablativo singular femenino de solus, que significa solo o únicamente. Veritate es el ablativo singular de veritas, verdad. Juntas, estas palabras subrayan que la única guía debe ser la verdad.
Significado filosófico y ético
Desde una perspectiva filosófica, esta frase resuena con las enseñanzas de varios pensadores clásicos y modernos que han abogado por la integridad y la honradez como valores fundamentales. Platón, por ejemplo, en su obra La República, argumenta que la verdad es un valor supremo que debe guiar la vida de los individuos y la organización de la sociedad. De manera similar, Kant, en su ética deontológica, sostiene que la verdad es un deber moral incondicional.
Relevancia actual
En el contexto contemporáneo, esta frase sigue siendo relevante. En un mundo donde las noticias falsas y la desinformación son comunes, actuar solo por la verdad es un principio crucial para mantener la integridad personal y la confianza pública.
Además, en el ámbito profesional, este lema puede servir como guía para la toma de decisiones éticas, asegurando que las acciones se basen en hechos y no en la búsqueda de aprobación o el miedo a las consecuencias negativas.
En resumen, Nec laudibus nec timore, sed sola veritate es una declaración de principios que aboga por la verdad como la única guía legítima para la acción y la expresión, sin dejarse influenciar por alabanzas ni temores.
El problema surge cuando la verdad deja de ser un valor y se ha suplido por el interés. ¿Verdad, Pedrosánchez?