5 de marzo, día de San Adriano, mártir
Acontecimientos literarios ocurridos en 5 de marzo
Nacieron:
El escritor español Ramón Otero Pedrayo (1888); el dramaturgo y académico español Joaquín Calvo Sotelo (1905); el pintor, escultor y escritor español Joan Josep Tharrats (1918); el escritor español José María Merino (1941); el filólogo español Manuel Ángel Conejero (1943); el escritor español Anjel Lertxundi (1948) y el escritor español Ray Loriga (1967).
Fallecieron:
El escritor y comediógrafo español Ramón de la Cruz (1794); el escritor chileno Sady Zañartu (1983); el poeta español Miguel Fernández (1993); la escritora española Josefina López de Serantes (1998); el científico y escritor argentino Alberto Granado (2011) y el escritor español Leopoldo María Panero (2014).
Y hablamos de Ramón de la Cruz, que falleció tal día como hoy, 5 de marzo, del año 1794
Es Ramón de la Cruz Cano y Olmedilla el protagonista de las efemérides de hoy. Nacido en Madrid el 28 de marzo de 1731, fue una figura prominente en el panorama teatral español del siglo XVIII. Su vida transcurrió entre su pasión por la dramaturgia y un empleo administrativo que le permitió mantener una posición económica estable. A lo largo de su carrera, ascendió de oficial tercero a primer oficial, lo que le posibilitó duplicar sus ingresos y dedicarse con mayor libertad a su vocación literaria.
A pesar de la fama que alcanzó en su época, los detalles de su biografía son escasos, lo que ha dejado un halo de misterio en torno a su figura.
Su producción más conocida y abundante son los sainetes, de los que escribió más de 300 entre 1762 y 1792. Estas piezas breves, costumbristas y humorísticas, incluían música y canciones y ofrecían un retrato detallado de la vida cotidiana en Madrid. A través de estos sainetes, de la Cruz logró plasmar la idiosincrasia madrileña y las costumbres del pueblo llano con una agudeza y precisión que le valieron el reconocimiento de sus contemporáneos y de la posteridad.
Su obra
En el campo de la zarzuela, género que combina música y teatro, Ramón de la Cruz compuso alrededor de 36 zarzuelas, tanto originales como adaptadas. Su primera incursión en este género fue Quien complace a la deidad, acierta a sacrificar (1757), a la que siguieron Las segadoras de Vallecas (1768), Las labradoras de Murcia (1769), Las foncarraleras (1772) y El licenciado Farfulla (1776).
En sus inicios como dramaturgo, Cruz se dedicó a la traducción, imitación y adaptación de obras de autores franceses e italianos de renombre, como Racine, Voltaire, Beaumarchais y Metastasio. Esta etapa le sirvió para perfeccionar su técnica y ampliar sus horizontes creativos. Posteriormente, se aventuró en la creación de comedias originales, entre las que destaca Marta abandonada.
Entre sus obras más célebres se encuentra Manolo, su sainete más famoso. Otras obras destacadas son La petimetra en el tocador (1762) y La crítica (1763), que renovaron el género del intermedio teatral, así como la zarzuela La Briseida, de temática mitológica, que cosechó un gran éxito en 1768.
Su aguda observación de la sociedad y su capacidad para retratar tipos y costumbres con humor y realismo hicieron de él un cronista privilegiado de su tiempo, cuya influencia se extendió más allá de su época, inspirando a generaciones posteriores de dramaturgos y escritores.
Ramón de la Cruz falleció en Madrid, el 5 de marzo de 1794, a los 62 años de edad.
