El ministro del negociado

marzo 27, 2025

Presentamos hoy a otro comunista descarnado que dirige (o lo que sea) un ministerio (o un negociado hecho con forma de ministerio y corrupatías de chiringuito), el de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Se trata de Pablo Bustinduy, filósofo (eso dice) madrileño. Junto a su apellido suena más a trabalenguas que a institución seria. ¡Genial! Un ministerio que suena como un chiste.

Pablo Bustinduy es un personaje que parece sacado de una novela de sátira política. Es exactamente el tipo de persona a la que José Sazatornil le preguntaría eso de ¿usted es comunista por ser tonto o es tonto por ser comunista? en la película española El hijo del cura (1982). Su trayectoria, marcada por una mezcla de academia, activismo y un ministerio con nombre kilométrico, lo convierte en una figura tan peculiar como controvertida. Si hubiera un concurso para el político más conceptual, Bustinduy se llevaría el premio sin despeinarse. Si el concurso fuera para el político más inapropiado, tendría mucha mayor competencia pero estaría en la pelea, sin duda.

Ministro del negociado

Imaginemos la escena: un hombre con un doctorado en filosofía política por la New School de Nueva York, que ha pasado por Harvard y Columbia, ahora al frente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Suena impresionante, ¿verdad? Pero aquí viene el giro: su ministerio parece más un cajón desastre que una institución coherente, es una amalgama de negociados que podían resolverse con dos o tres direcciones generales. Desde regular las viviendas turísticas ilegales hasta luchar contra el ecopostureo empresarial, pasando por garantizar el juego responsable, Bustinduy se enfrenta a retos tan variados que uno se pregunta si su despacho no debería estar en un circo en lugar de en La Moncloa.

Hechos y perlas

En su cruzada contra las aerolíneas, por ejemplo, impuso multas a varias compañías por no cumplir con las normativas de reembolsos y compensaciones. Una medida que parecía destinada a proteger a los consumidores pero que acabó encareciendo los billetes de avión. Ryanair, fiel a su estilo provocador, respondió vistiéndolo de payaso en una campaña publicitaria. ¿Es esto justicia poética o simplemente un reflejo del caos que rodea su gestión? Pero ¿por qué no hace lo mismo con RENFE? ¡Ah!

También ha decidido enfrentarse al ecopostureo, ese mal moderno donde las empresas exageran sus credenciales ecológicas. ¿La solución? Una guía de 60 páginas presentada en Bruselas. Porque, claro, nada dice acción contundente como un manual burocrático mientras los problemas reales siguen acumulándose.

Por si fuera poco, su relación con otros líderes políticos es digna de un culebrón. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, lo acusó recientemente de ser desleal y de utilizar su ministerio como plataforma para atacar al Ayuntamiento. Almeida incluso afirmó que al ministro le conocen cuatro y el del tambor. Si esto fuera una serie de televisión, seguramente estaría clasificada como comedia negra.
Y no olvidemos su pasado académico e intelectual. Bustinduy es autor de libros como Política y ficción, donde analiza las narrativas políticas contemporáneas. Quizás debería considerar escribir una secuela titulada Ministerios imposibles, basada en su propia experiencia.

Perlas
  1. Declaraciones sobre Hamás. Fue criticado tras dar la impresión de justificar el ataque terrorista de Hamás en una intervención pública. Aunque no lo hizo explícitamente, sus palabras fueron interpretadas como una falta de condena contundente, lo que generó acusaciones de irresponsabilidad y daño a la democracia.
  2. Polémica con Ryanair. El consejero delegado de Ryanair llamó a Bustinduy ministro loco comunista tras imponer una multa histórica de 179 millones de euros a varias aerolíneas por prácticas abusivas relacionadas con el cobro del equipaje de mano.
  3. Carta sobre empresas en Palestina. Bustinduy envió una carta a empresas españolas en Palestina advirtiendo sobre posibles querellas si contribuían al genocidio en Gaza. Esta acción fue criticada por no haber sido coordinada con otros ministerios clave como Asuntos Exteriores o Economía, lo que generó tensiones internas en el Gobierno y preguntas sobre si actuaba a título personal o institucional.
  4. Declaraciones sobre inmigración. En una entrevista, Bustinduy afirmó que las personas que vienen a España aportan diez veces más a la Seguridad Social de lo que reciben. El periodista, por supuesto, no le repreguntó, pero cuando días después otro sí lo hizo, la respuesta de Bustinduy fue: no contesto a los seudomedios de la ultraderecha. Y, obviamente, ningún otro medio (de los subvencionados) reformuló la pregunta…

Así nos va con tanto mindundi, aquí y allá.

Corolario

En resumen, Pablo Bustinduy es el ministro del negociado, un personaje digno de caricatura: un insostenible intelectual sofisticado atrapado en la maraña de la política práctica, intentando resolver problemas complejos con soluciones que parecen tan abstractas como sus tesis doctorales. Su ministerio es un reflejo perfecto de esta paradoja: ambicioso en nombre pero confuso en ejecución. Tal vez algún día logre unir sus ideales filosóficos con resultados tangibles; mientras tanto, solo nos queda intentar expulsar a este gobierno de la cochambre, a esta oclocracia.

Pablo Bustunduy

Artículos relacionados

Ministro de competencia desleal

Ministro de competencia desleal

Luis Planas es el ministro salido de un manual técnico de agricultura, con una pizca de burocracia europea y un toque de vulgaridad que roza lo caricaturesco. Ministro de competencia desleal Su figura es la del hombre gris, un funcionario que ha pasado demasiado...

leer más
El heredero de nada

El heredero de nada

Sí, aunque no se lo crean, este tipo que no sabe hacerse el nudo de la corbata, es ministro. Jordi Hereu Boher (Barcelona, 1965) es un político profesional cuya carrera ha estado marcada por una mezcla de decisiones audaces y tropiezos memorables. Militante del PSC...

leer más
Armengol, ministra del Congreso

Armengol, ministra del Congreso

Francina Armengol, la mallorquina que pasó de despachar cremas en la farmacia familiar a presidir el Congreso de los Diputados, es una figura que parece hecha a medida para las caricaturas políticas. Con su sonrisa afable y su estilo pragmático, ha navegado las...

leer más