Exordio
Sí, sí, realmente lo creemos. Creemos que el escapulario necesita un rescate urgentemente. Y no solo en cuanto a la formalidad de la palabra que, desde luego, sino también en la profundidad del concepto que representa. Allá vamos.
Escapulario. Etimología
Proviene del latín scapulare, que significa manto o capa pequeña para los hombros. Está relacionado con scapula, que significa hombro. Originalmente, el escapulario era una prenda usada por los monjes que se la ponían sobre los hombros cubriendo la parte delantera y trasera del cuerpo. Con el tiempo, se redujo a una tira de tela más pequeña, usada como signo de devoción religiosa.
Significado
Como siempre, acudimos a la fuente primaria, el diccionario de la RAE, que contempla tres acepciones:
- Tira o pedazo de tela con una abertura por donde se mete la cabeza, que cuelga sobre el pecho y la espalda y sirve de distintivo a varias órdenes religiosas.
- Objeto devoto formado por dos pedazos pequeños de tela unidos con dos cintas largas para echarlo al cuello.
- Práctica devota en honor de la Virgen del Carmen, que consiste en rezar siete veces el padrenuestro con la (sic) avemaría y el Gloria Patri.
Y añade una locución verbal: escalera de escapulario que es, en minería, la escalera de mano que se cuelga pegada a la pared de los pozos.
Usos de escapulario
El escapulario es principalmente un símbolo propio de la religión católica, y está especialmente asociado con la Orden del Carmen y la devoción a la Virgen del Carmen, pero también con la del Pilar, por ejemplo. Sin embargo, el concepto de llevar objetos simbólicos o prendas religiosas que cuelgan sobre los hombros también se encuentra en otras religiones, aunque no se les llame escapularios.
Así, en el hinduismo y el budismo, algunas personas llevan malas (rosarios) o cordones sagrados. En el judaísmo, es común que los hombres lleven el talit katan, una prenda con flecos que se coloca sobre los hombros.
Corolario
En hablarydecir estamos francamente convencidos de que el rescate del escapulario no solo es conveniente sino necesario, preciso. Y nos referimos al uso de la palabra, del vocablo, pero más aún a portarlo con fe y esperanza, que buena falta nos hace.