Proponemos hoy rescatar del olvido a la palabra estocástico, que proviene del griego antiguo στοχαστικός (stokhastikós), bueno conjeturando o conjetural. Este término ha evolucionado en su uso y significado a lo largo del tiempo, especialmente en los campos de la matemática, la estadística y la economía, pero en el lenguaje cotidiano no tiene vida y creemos que merece tenerla…
Definición y significado
En su uso más general, estocástico se refiere a fenómenos que dependen del azar o la casualidad. En el ámbito matemático, se asocia también con el cálculo de probabilidades, donde describe procesos que son inherentemente aleatorios. Por ejemplo, un proceso estocástico es una colección de variables aleatorias que evolucionan con el tiempo, permitiendo modelar situaciones donde la incertidumbre es un factor clave.
El diccionario oficial proporciona dos acepciones:
- Perteneciente o relativo al azar.
- Teoría estadística de los procesos cuya evolución en el tiempo es aleatoria, tal como la secuencia de las tiradas de un dado.
Estocástico. Razones para su rescate
- Precisión técnica. Es fundamental en matemáticas, estadística y economía, describiendo procesos que involucran aleatoriedad y permitiendo modelos precisos para la toma de decisiones.
- Modelado de incertidumbre. Ayuda a entender fenómenos complejos en contextos como los mercados financieros y el clima, donde la incertidumbre es clave.
- Aplicaciones prácticas. En finanzas, los modelos estocásticos son esenciales para evaluar riesgos. En ciencia de datos, se utilizan en algoritmos que manejan datos inciertos, mejorando predicciones.
- Fomento del pensamiento crítico. Promueve una mayor conciencia sobre cómo la aleatoriedad afecta nuestras decisiones diarias, desde inversiones hasta previsiones meteorológicas.
Rescatar estocástico enriquecería nuestro vocabulario técnico y facilitaría una mejor comprensión de los fenómenos aleatorios en un mundo cada vez más incierto. Porque como dice toda esa gente de la progresía (confúndase o no con porquería) hay que dar visibilidad al término porque lo que no se ve, no existe. Pero mejor nos dejamos de mamarrachadas…
Estocástico. Usos
Los procesos estocásticos son fundamentales en la teoría de probabilidades y se utilizan para representar fenómenos dinámicos. Un ejemplo clásico es el lanzamiento de un dado, donde cada resultado es aleatorio pero sigue una distribución de probabilidad específica. Estos procesos permiten a los investigadores analizar y predecir comportamientos en sistemas complejos donde interviene el azar.
En el ámbito financiero se ha popularizó el uso de indicadores como el oscilador estocástico, desarrollado por George Lane en la década de 1950. Este indicador compara el precio de cierre actual de un activo con su rango de precios máximos y mínimos durante un período determinado, ayudando a los comerciantes a identificar situaciones de sobrecompra o sobreventa. Su habilidad para detectar cambios en el impulso del mercado lo convierte en una herramienta valiosa para estrategias de comercio como el comercio diario y el comercio rápido.
El concepto de estocástico también se aplica en campos como la física, biología e ingeniería, donde se modelan sistemas complejos que presentan incertidumbre, indicando que muchas decisiones o resultados pueden ser inferidos a partir de datos incompletos o inciertos.
En informática, los algoritmos estocásticos se utilizan para generar valores aparentemente aleatorios, lo que es crucial para simulaciones y modelos que requieren variabilidad natural.