Filandón, filandón,… algo me sonaba, alguna vez había leído o escuchado esa palabra antes de leer las efemérides de hoy, pero no, estaba totalmente pez. Y es eso lo que me ha motivado a incluir a este vocablo en Rescatando palabras olvidadas.
Origen y significado
El término filandón proviene de la provincia de León (España) y se refiere a una antigua tradición popular en la que se reunían los vecinos de un pueblo durante las noches de invierno para hilar, trabajar en labores artesanales y, principalmente, compartir historias y leyendas. Filandón deriva del verbo hilar, que hace referencia a la actividad principal que se realizaba durante estos encuentros. Estas reuniones eran comunes en zonas rurales y servían tanto para la socialización como para la transmisión oral de la cultura y las tradiciones locales.
¡Ojo! No debemos confundirlo con la expresión tomar la fresca. No solo una y otra se hacen en diferente época del año sino que, también, el concepto que analizamos hoy conlleva más requisitos que la expresión popular.
La palabra filandón es una fusión de hilar y el sufijo -ndón, que indica acción repetida. El diccionario oficial expone que es una alteración del vocablo asturiano filazón, derivado del latín filum, hilo. Lo define como una reunión vecinal, invernal y nocturna, en la que las mujeres hilaban y los hombres hacían trabajos manuales, mientras se contaban historias. Y añade que hilorio es su sinónimo.
Usos y función social
El filandón tiene un papel crucial en la vida social y cultural de las comunidades leonesas. Durante estas reuniones, las personas comparten historias de miedo, leyendas locales, cuentos de fantasía y anécdotas de la vida cotidiana. Además de la narración de historias, se realizan trabajos manuales como tejer, bordar o arreglar y limpiar herramientas de cualquier clase. Estos encuentros no solo fortalecen los lazos comunitarios, sino que también aseguran la preservación de la tradición oral, pasando conocimientos y valores de generación en generación.
Aunque el filandón ha perdido su función original debido a la modernización y el cambio de costumbres, sigue siendo una parte valiosa del patrimonio cultural leonés. Hoy en día, algunas comunidades y asociaciones culturales intentan revivir esta tradición organizando actos que emulan el ambiente de los antiguos filandones, con el objetivo de mantener viva la tradición y fomentar la transmisión oral de la cultura.
El 8 de junio de 2010, las Cortes de Castilla y León declararon al filandón como Bien de Interés Cultural y pedían su inclusión dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
¡Ojalá perdure y se expanda!
El filandón en la literatura y en el cine.
El filandón ha sido objeto de estudio y celebración en diversas obras literarias y cinematográficas. La obra más notable es El Filandón, una película de 1984 dirigida por José María Martín Sarmiento, que recoge cinco historias populares narradas en un ambiente de filandón. Esta cinta es un homenaje a la tradición oral y a la riqueza cultural de la región leonesa.
En la literatura, escritores como Julio Llamazares han destacado la importancia del filandón en obras como El río del olvido, donde se muestra la vida rural y las costumbres ancestrales de León.