En 2014 hice esta asombrosa (o asonbrosa, como diría el Ayuntamiento de Valencia) fotografía. Eran los tiempos de Rita Barberá como alcaldesa y hoy, diez años después, ese registro sigue ahí, lo comprobé con estupor la semana pasada, que, estando en Valencia, fui de propio al lugar donde la fotografié para cerciorarme. Esto también provoca alipori.
En el Diccionario Panhispánico de Dudas se explica perfectamente que en español, la nasal que se articula ante los fonemas /b/ y /p/ se representa con m delante de las letras b y p (ambiguo, campo) y con n ante la letra v (envío, invasión). Pero no solo ahí, es que en las escuelas es de las primeras cosas que se aprenden sobre el español. Bueno, quizás haya que hablar en pasado, es posible.
Esta norma se aplica a las palabras prefijadas y compuestas, como embotellar (de en- + botella + –ar) y biempensante (de bien + pensante). También se aplica a los extranjerismos, incluidos los topónimos foráneos y sus gentilicios, si se adaptan al español. Por ejemplo, lumpemproletariado (del alemán Lumpenproletariat), Brandemburgo (en alemán Brandenburg), brandemburgués, Camberra (en inglés Canberra), camberrano.
La regla (que también ahí sigue)
La regla de escribir m antes de p y b en español se basa en la fonética y la fonología, las ramas de la lingüística que estudian los sonidos del habla. En español, las letras m y n representan sonidos nasales, lo que significa que el aire sale por la nariz en lugar de la boca cuando se pronuncian.
La m es una nasal bilabial, por lo que se pronuncia cerrando los dos labios. La b y la p también son bilabiales. Por tanto, es más fácil y natural para los hablantes del español pronunciar una m antes de una b o una p.
Por otro lado, la n es una nasal alveolar, lo que significa que se pronuncia tocando la lengua contra el alvéolo, la cresta detrás de los dientes superiores. Así, es más fácil y natural para los hablantes del español pronunciar una n antes de otras consonantes que no sean b o p.
Esta regla se refleja en la ortografía del español para hacer que la escritura del idioma sea más consistente con su pronunciación.
Con esta Galería de horrores no tenemos el propósito de criticar errores ortográficos ajenos. Sí queremos mostrar la nula preocupación de muchas administraciones públicas en tratar con respeto a nuestro idioma.
Estaré encantado de recibir y publicar cuantos documentos gráficos similares deseen enviarme a hablarydecir@gmail.com.
Muchas gracias.