El guanche, también conocido como bereber insular o tamazight canario, fue el conjunto de hablas utilizadas por los antiguos pobladores de las Islas Canarias antes de la conquista europea. Aunque hoy está extinta, su huella persiste en la toponimia, el léxico popular y el interés académico.
En este artículo ofrecemos una visión completa y documentada sobre su origen, evolución, estructura y legado.
Guanche. Origen
Pertenece al grupo de lenguas afroasiáticas, concretamente a la familia bereber. Los aborígenes canarios llegaron desde el norte de África en distintas oleadas migratorias entre los siglos V a.C. y II d.C., trayendo consigo variantes del bereber que evolucionaron de forma insular.
Cada isla desarrolló su propia variante dialectal, formando un continuo lingüístico con diferencias fonéticas y léxicas notables. Por eso, se considera que el guanche no era una lengua única, sino un conjunto de hablas parcialmente inteligibles entre sí.
Etimología
Tradicionalmente guanche se ha interpretado como derivado de wan-n-Chinec, que significa hijo de Tenerife. Sin embargo, estudios recientes proponen que podría tratarse de un galicismo, derivado del francés medieval guenchir, que alude a la habilidad de esquivar objetos. Esta hipótesis cree que los normandos de la expedición de Jean de Bethencourt en 1402 habrían aplicado el término a los aborígenes por su destreza física.
A pesar de su origen incierto, guanche se ha generalizado para referirse a todos los pueblos indígenas del archipiélago.
Escritura y documentación
Aunque los guanches eran mayoritariamente analfabetos, se han hallado inscripciones en alfabeto líbico-bereber y líbico-latino en paneles rupestres de varias islas, especialmente en El Hierro, Lanzarote y Fuerteventura. Estas inscripciones demuestran que algunos grupos conocían sistemas de escritura, probablemente por influencia romana.
La principal fuente escrita sobre la lengua guanche es el Monumenta Linguae Canariae, una recopilación de vocablos y frases recogidas por cronistas y misioneros entre los siglos XV y XVII.
Singularidades
La lengua guanche comparte rasgos morfológicos con el bereber:
- Prefijos y sufijos en sustantivos. Masculinos con a- o i-, femeninos con t- y circunfijo t-…-t.
- Pronombres personales. Prefijos como a- (yo), y- (él), t- (ella), n- (nosotros).
- Sufijos posesivos. -i, -e, -hek, -es, -wen, entre otros.
- Verbos conjugados. Ejemplos como wiwin (ellos portan) y ne ig (nosotros tenemos).
El sistema de numeración también muestra parentesco con el bereber, con formas diferenciadas por género.
Usos y extinción
La lengua guanche se usó en todos los ámbitos de la vida cotidiana: religión, política, comercio, agricultura y relaciones sociales. Sin embargo, tras la conquista castellana en el siglo XV, comenzó un proceso de aculturación que llevó a su desaparición progresiva.
Contrario a lo que se piensa, no fue prohibida. Los propios guanches adoptaron el español como vía de ascenso social, relegando su lengua al ámbito doméstico hasta su extinción definitiva en el siglo XVIII.
Guanche. Curiosidades
Aunque no se conserva una gramática completa ni hablantes nativos, el guanche ha dejado huella lingüística:
- Guanchismos. Palabras como gofio, baifo, tabaiba, tagoror y achaman se usan en el español canario y algunas han sido incorporadas al diccionario de la RAE.
- Toponimia. Nombres de lugares como Garajonay, Tamadaya o Adeje tienen raíces guanches.
- Antropónimos. Nombres como Yaiza, Airam o Bencomo provienen de esta lengua.
Además, el silbo gomero tiene raíces en la cultura guanche y ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.