Exordio
Esta misma mañana, en un foro de internet no relacionado con la lengua ni con la literatura, he leído este vocablo, lenguarrudo que yo no conocía y que me ha llamado la atención. Tras preguntar a cuatro personas, todas ellas me han indicado que jamás la habían oído. Y así es como comienza esta historia de rescatar una palabra de lenguaje y rudeza…
Lenguarrudo. Significado
Es una pena, pero la palabra lenguarrudo no figura en el diccionario oficial. No obstante, es un adjetivo que se utiliza en algunos países hispanohablantes, especialmente en Argentina, para describir a una persona que habla mucho o que tiene una lengua muy suelta. Esta característica puede tener varias connotaciones:
- Hablar sin pensar. Alguien que tiende a hablar de manera impulsiva, sin considerar las consecuencias de sus palabras.
- Indiscreción. Personas que revelan secretos o información confidencial, lo que puede llevar a problemas en relaciones personales o profesionales.
- Charlatanería. Personas que disfrutan de hablar en exceso, a veces sin aportar contenido significativo y sin considerar la discreción o el impacto de sus palabras.
- Impertinencia. Alguien que se inmiscuye en asuntos ajenos y divulga información sin tener en cuenta la privacidad ajena.
Chismoso y bocazas… son sinónimos.
Etimología
Son claros los dos componentes:
– Lengua. Del latín lingua, que se refiere al órgano muscular en la boca usado para el habla y la degustación.
– Rudo. Del latín rudis, que significa tosco o sin pulir.
Juntas, estas palabras crean un término que se refiere a una forma de hablar tosca o sin refinamiento.
Lenguarrudo. Usos
En el uso coloquial puede ser empleado de manera humorística o despectiva, dependiendo del contexto. Por ejemplo, se podría utilizar para referirse a alguien en una conversación informal entre amigos, donde se reconoce el carácter hablador de la persona sin necesariamente tener una connotación negativa.
El término puede tener una carga negativa si se usa para criticar a alguien por ser indiscreto o por hablar demasiado en situaciones inapropiadas. En este sentido, puede ser un llamamiento sobre la necesidad de ser más reservado.
Ejemplos de uso
- No seas lenguarrudo y guarda el secreto que te conté.
- Esa persona es tan lenguarruda que siempre termina metiéndose en problemas.
- Me gusta salir con ellos, pero hay uno que es tan lenguarrudo que no deja hablar a los demás.
- Mi tío es un lenguarrudo, siempre tiene una anécdota lista para contar en las reuniones familiares.
- En la reunión, el jefe fue un poco lenguarrudo; se extendió tanto que perdimos el hilo del tema principal.
Corolario
¿Se podría llamar al número 1, a Sánchez, claro, lenguarrudo? En hablarydecir no tenemos la más mínima duda: por supuesto, y eso le viene, en muchas ocasiones por su afición vital a la mentira descarnada y fraudulenta.
El uso del término lenguarrudo refleja aspectos culturales y sociales sobre la comunicación y la discreción. En muchas culturas, la capacidad de guardar secretos y ser reservado es valorada, mientras que hablar demasiado puede ser visto como una falta de tacto o consideración.