Melilla, la más española

marzo 28, 2025

Aunque no sea una región en sí misma, tampoco Melilla es una mera ciudad. Es por esa circunstancia (como lo será en su día Ceuta) por la que la incorporamos en nuestra sección ¿Por qué son…?

Exordio

Siempre ha tenido Melilla, al menos para este servidor, un aire de misterio y lejanía, de españolidad arraigada. Estuve allí hace tres o cuatro años y puedo afirmar dos cosas: es la ciudad española donde más distintivos nacionales se observan, y estos no son, en absoluto, impuestos. Sin embargo, hoy existen dos motivos de preocupación: la ciudad es prácticamente desconocida para la mayoría de los españoles, y la administración pública está tomando medidas que afectarán la identidad de su población. La reducción de servicios y el fomento de entradas irregulares de personas ajenas a la cultura local van a llevar a una disminución del carácter español de la ciudad, lo que facilitará su cesión mediante un proceso seudodemocrático en un futuro próximo. ¡En fin, Vox, ayúdanos!

Pero vayamos con su nombre, que para eso hemos venido.

Melilla y su gentilicio

El primer nombre conocido de la ciudad fue Rusadir o Rusaddir, dado por los fenicios cuando fundaron la colonia en el siglo VIII a.C. Con la llegada de los árabes, la ciudad pasó a llamarse Mliliat. Sin embargo, el nombre más relevante para la etimología actual es Tamlilt, que proviene de la lengua tamazight (bereber) y significa la blanca, en referencia a la piedra caliza blanca sobre la que se asienta la ciudad. El nombre actual, Melilla, es una castellanización de estas formas anteriores.

El gentilicio melillense se deriva directamente del nombre de la ciudad y refleja no solo el lugar de origen, sino también un sentido de pertenencia a la comunidad. Se utiliza tanto para los nacidos en Melilla como para los residentes y es el término oficial para referirse a los habitantes de la ciudad.

La evolución del nombre y el gentilicio está estrechamente ligada a la historia de la ciudad. Melilla es muy anterior a Marruecos, por lo que nunca fue parte de ese país. Ha sido, eso sí, un punto de encuentro de diversas culturas desde la antigüedad, con influencias fenicias, cartaginesas y romanas. Posteriormente, la presencia árabe y bereber durante la Edad Media dejó una huella rica, clara y persistente. La incorporación a la Corona española en 1497 marcó un nuevo capítulo en su historia y desde el siglo XIX, la ciudad ha experimentado una mezcla de culturas cristianas, musulmanas y judías.

Melilla hoy

Durante el franquismo, la ciudad dependió administrativamente de la provincia de Málaga pero con la misma autonomía (de verdad) que el resto de municipios españoles. Ahora es un híbrido político y corrupático que ni es ayuntamiento ni comunidad autónoma, aunque sea las dos cosas a la vez con un gobierno y administración propios desde 1995. Melilla tiene unos 86.000 habitantes.

Esta diversidad histórica y cultural se refleja en la identidad de los melillenses actuales, quienes se caracterizan por una convivencia pacífica entre diferentes comunidades. La rica herencia gastronómica de la ciudad incluye influencias mediterráneas y norteafricanas y los melillenses tienen un fuerte sentido de orgullo local y pertenencia a una identidad española única.

 

NOTA 1. Vean su escudo en la imagen: sigue portando el Non plus ultra.

NOTA 2. Para cualquier duda, sugerencia, crítica, alabanza o lo que sea menester, les recibimos y atendemos gustosamente en hablar@hablarydecir.com

Bandera y escudo de Melilla

Artículos relacionados

Lanzarote: crónica de un nombre

Lanzarote: crónica de un nombre

¿Por qué se llama Lanzarote? Este nombre encierra una historia donde la tradición oral, la exploración medieval y la evolución lingüística convergen. Aunque hoy se asocia con una isla volcánica de paisajes lunares y turismo internacional, su denominación remite a un...

leer más
Atlántico, el océano de Atlas

Atlántico, el océano de Atlas

El océano Atlántico no recibe su nombre por su posición entre continentes ni por alguna propiedad física. Su denominación es mitológica, no geográfica. Proviene de Atlantis thalassa, expresión griega que significa el mar de Atlas. No hay ambigüedad en esto: el término...

leer más
Transnistria

Transnistria

¿Por qué se llama Transnistria? El nombre no nace de una hazaña ni de una metáfora, sino de una geografía que se convirtió en frontera. Como tantas otras denominaciones impuestas o heredadas, su origen revela más sobre los mapas que sobre los pueblos, más sobre las...

leer más