Presentamos en Personajes y figuras a un hombre que también podríamos haber estudiado en nuestra sección de Polímatas, pero, como diría Sánchez, el de la bahorrina y la sentina, hay una línea muy delgada y fina entre ambas secciones.
Nicolás Monardes. Sus inicios
Nicolás Bautista Monardes fue un médico y botánico sevillano nacido alrededor de 1508 y fallecido en 1588, cuya vida y obra se inscriben en el contexto del Renacimiento español, un periodo de grandes transformaciones científicas y culturales. Formado en la Universidad de Alcalá de Henares, donde obtuvo los grados de bachiller en artes, filosofía y medicina, Monardes recibió la influencia del humanismo renacentista, especialmente de la corriente galénica humanista que combinaba la tradición médica clásica con la renovación científica. En 1547 se doctoró en la Universidad de Sevilla, ciudad en la que ejerció la medicina con notable prestigio y donde desarrolló gran parte de su labor científica.
Su formación
Su formación universitaria, aunque centrada en la medicina, estuvo impregnada de un espíritu multidisciplinar propio del Renacimiento, que le llevó a interesarse por la historia natural, la farmacología y la metalurgia. Además de su ejercicio médico, Monardes mantuvo una activa participación en el comercio, especialmente en la importación y estudio de productos naturales procedentes del Nuevo Mundo, aprovechando que Sevilla era el principal puerto de entrada de las Indias Occidentales a Europa. Cultivó en su propio huerto numerosas plantas americanas y reunió un herbario que se considera uno de los más antiguos y completos de su tiempo.
Aportaciones de Nicolás Monardes
Entre sus aportaciones más destacadas se encuentra la obra Historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, en la que describió por primera vez muchas plantas y productos originarios de América, como el tabaco, la piña, el maíz, la batata, la coca o la zarzaparrilla, y sus propiedades medicinales. Su trabajo fue pionero en la farmacognosia, disciplina que estudia los medicamentos naturales, y tuvo gran repercusión en Europa, con traducciones de sus escritos a varios idiomas y múltiples ediciones. Fue asimismo el primer autor que describió el fenómeno de la fluorescencia, al observar el extraño comportamiento de ciertas infusiones del lignum nephriticum.
Monardes también destacó por su compromiso social y profesional, participando en la lucha contra la peste que asoló Sevilla a finales del siglo XVI, para lo que escribió cartas con recomendaciones médicas y preventivas. Su figura refleja la complejidad de un hombre del Renacimiento que supo combinar la práctica médica, la investigación científica, el comercio y la docencia, enfrentándose a las corrientes y debates de su tiempo.
Corolario
Su legado es fundamental para entender la introducción y difusión en Europa de los productos naturales americanos y la consolidación de la medicina y la botánica como ciencias modernas. A pesar de su importancia, su figura no siempre ha recibido el reconocimiento que merece, aunque en los últimos años ha sido objeto de estudios que han recuperado su papel como precursor y renovador en la historia de la ciencia española.
En hablarydecir ponderamos y valoramos (no ponemos en valor) a Nicolás Monardes como a un gran hombre renacentista, cuya vida y obra se sitúan en la confluencia de la medicina, la botánica, la farmacología y el comercio, y cuyo impacto trascendió su época para influir en el conocimiento científico europeo durante siglos.
Ojalá no seamos los únicos en darle a Monardes la dimensión intelectual y humana que merece.