Exordio
Realmente hace mucho calor, tanto como frío en la ciudad argentina de Río Gallegos, según me acaban de comentar desde allí. Así que estamos en la normalidad (no en la nueva sino en la de siempre), frío en invierno y calor en verano. ¿A quién puede sorprenderle?
Lo cierto es que, fruto del calor -sin olas, que esas están en los mares- nos hemos planteado en hablarydecir iniciar una subsección dedicada a dichos populares. Y como no hay más tutía, comenzamos.
Tutía. Significado
Supongo que muchos de ustedes se sorprenderán y creerán que nos hemos equivocado, pero no, en la expresión que tratamos no nos referimos a la hermana de su madre sino a la tutía, que es un ungüento medicinal.
Veamos con qué nos sorprende la el diccionario oficial: Admite que valen las dos formas, pero con una seria advertencia: La variante no hay tu tía, falsa separación de no hay tutía, en ambos casos con el sentido figurado de ‘no hay remedio’, porque la tutía se empleaba con fines medicinales. Y como significado expone que es una expresión coloquial usada para dar a entender a alguien que que no debe tener esperanza de conseguir lo que desea o de evitar lo que teme.
Origen
El origen de esta expresión es bastante curioso y se remonta a la antigua medicina. Aquí algunos puntos clave:
Queda claro que la expresión proviene de la palabra tutía, que es un ungüento medicinal hecho con atutía. En el lenguaje coloquial, tutía se transformó en tu tía. Por lo tanto, cuando se decía no hay tu tía, se estaba diciendo que no había remedio posible para curar una dolencia.
Con el tiempo, la expresión se popularizó y se mantuvo en el lenguaje cotidiano debido a su capacidad para describir situaciones sin solución y así se ha mantenido en el lenguaje cotidiano.
No hay tutía. Usos
Aunque originalmente se utilizaba en el ámbito médico, la expresión también ha sido adaptada para describir cualquier situación en la que no hay solución posible. Por ejemplo, un estudiante que no ha estudiado para un examen puede decir que no hay tutía cuando se da cuenta de que no podrá aprobar. Intenté arreglar el coche, pero no hay tutía, está completamente averiado, es otro ejemplo de uso. En el trabajo, la expresión puede referirse a problemas que no tienen solución fácil o inmediata. Por ejemplo: Hemos intentado de todo para mejorar las ventas, pero no hay tutía, seguimos en números rojos. O El concierto se canceló por la lluvia y no hay tutía, no se puede reprogramar.
¿Hay tutía en América?
Claro, también allá se dice esta expresión coloquial pero no es tan habitual como en España porque el origen está íntimamente relacionado con la antigua medicina de la Península Ibérica, con perdón de los insulares y de las plazas africanas, claro.