Las cosas de palacio

junio 29, 2025

Las cosas de palacio van despacio

Cosas de palacio. Origen y significado

Se incorpora a Dichos y refranes esta locución española que tiene su origen en la observación popular de la lentitud burocrática y administrativa de las instituciones oficiales, especialmente las relacionadas con la corte y el gobierno (palacio). Desde siglos atrás, el término palacio se asocia a la sede del poder, donde los trámites y resoluciones suelen demorarse debido a la jerarquía, los protocolos, la complejidad de la administración y la falta de exigencia de la población junto con la ausencia de respeto de la administración en cualquiera de sus vertientes..

El refrán expresa la idea de que los asuntos oficiales, especialmente los que dependen de organismos públicos o de la autoridad, suelen resolverse con una lentitud exasperante. Se utiliza para justificar o resignarse ante la tardanza de trámites, resoluciones o favores que dependen de la burocracia.

Usos

Se emplea en conversaciones cotidianas para consolar o tranquilizar a alguien que espera una respuesta oficial, un permiso, una resolución judicial o cualquier gestión administrativa. Suele decirse con tono resignado, como si la lentitud fuera inevitable y hasta natural.

Se utiliza también en Hispanoamérica, aunque su origen y uso más frecuente están en España. Sin embargo, su presencia es menos habitual y se percibe como una frase de sabor castizo o tradicionalmente española.

Cosas de palacio. Crítica

Aunque el refrán ha servido durante generaciones para explicar y aceptar la parsimonia de la administración, su uso reiterado contribuye a normalizar la ineficacia y la falta de diligencia de las instituciones, fomentando la paciencia pasiva y la resignación ciudadana. En vez de invitar a exigir agilidad, transparencia y responsabilidad, el refrán actúa como bálsamo que adormece la protesta y domestica el inconformismo. Así, se convierte en una fórmula de autoconvencimiento para soportar lo que, en realidad es inaceptable: la lentitud injustificada y el desinterés institucional.

Corolario

Las cosas de palacio van despacio es un refrán que, bajo su aparente sabiduría popular, esconde una peligrosa invitación a la pasividad. Aunque describe una realidad histórica, su repetición contribuye a perpetuarla, haciendo de la resignación una virtud y de la ineficacia una costumbre tolerada. Y lo bien que les viene a los inútiles y a los perversos… No hay nada como domesticar a la gente.

¿Cosas de palacio?

Artículos relacionados

Diálogo y prudencia

Diálogo y prudencia

Diálogo y prudencia Quien dice lo que quiere, oye lo que no quiere. Sebastián de Covarrubias Aclaremos que Covarrubias no es, exactamente, el autor de este refrán, como veremos más adelante. Sobre Diálogo y prudencia Quien dice lo que quiere, oye lo que no quiere...

leer más
¿Qué significa perder el oremus?

¿Qué significa perder el oremus?

Reconozco que yo suelo perder el oremus y, además, de un modo muy sencillo: solo tengo que poner un telediario y, por una razón o por otra, lo pierdo, sí. El oremus y, si me apuran, los estribos también. Es un tiempo muy apropiado para desbarrar, por lo que desbarran...

leer más
Año bisiesto, año siniestro

Año bisiesto, año siniestro

El refrán Año bisiesto, año siniestro es una de las expresiones más conocidas del acervo popular español y resume una antigua creencia: los años bisiestos, aquellos que suman un 29 de febrero al calendario, traen consigo desgracias, infortunios o sucesos...

leer más