No tengo nada contra usted

octubre 20, 2025

Texto íntegro de No tengo nada contra usted

Microrrelato de David Lagmanovich

 

No tengo nada contra usted, se lo aseguro. He frecuentado a muchos como usted, me he encariñado con algunos, y ellos me han acompañado a lo largo de la vida. Si le restrinjo el acceso a mis escritos no es por hostilidad, sino más bien para no fatigarlo, para que después no se me acuse de abuso o de falta de consideración. Es cierto que en mi juventud recurría mucho más que ahora a sus servicios. Pero la vida me ha enseñado que para mí su utilidad, perdóneme que se lo diga, no depende de que esté siempre dando vueltas a mi alrededor, sino de un factor que podemos llamar eficacia. Con esto no quiero ofenderlo ni hacerlo a menos: mi respeto por usted es absoluto. Podemos decir que lo considero indispensable, pero en dosis moderadas. Un gran poeta dijo que usted, cuando no da vida, mata. Y yo no quiero que me mate ni que mate mis textos, señor adjetivo.

Sobre No tengo nada contra usted

El texto, incluido en el libro Menos de cien (2007), se presenta como una declaración aparentemente diplomática que, en su giro final, revela al interlocutor: el adjetivo.

Este remate resignifica todo lo anterior. La cortesía inicial se convierte en una crítica velada, casi sarcástica, al uso excesivo del adjetivo en la escritura. Lagmanovich no lo condena, pero lo pone en su sitio: lo interpela como si fuera un personaje, lo humaniza, lo sienta frente al narrador. El efecto es doble: por un lado, se ironiza sobre la retórica inflada; por otro, se reivindica la economía expresiva.

La estructura del texto es clásica en el género: una frase inicial que genera expectativa, una progresión que parece neutra y un desenlace que reconfigura el sentido. El humor es sutil, no burlesco; la crítica es elegante, no doctrinaria.

Desde el punto de vista tipográfico, el uso del vocativo final —señor adjetivo— funciona como golpe de efecto. No hay necesidad de adjetivar el adjetivo: su sola mención, en ese contexto, basta para activar la reflexión. El texto no necesita más adornos, precisamente porque está hablando de ellos.

En términos simbólicos, el microrrelato puede leerse como una defensa del sustantivo, del verbo, de la acción y la concreción frente a la decoración verbal. Pero también como una advertencia: el adjetivo no es enemigo, pero tampoco debe ser amo.

Sobre David Lagmanovich

David Lagmanovich (Huinca Renancó, 9 de agosto de 1927– San Miguel de Tucumán, 26 de octubre de 2010) fue un escritor, ensayista y profesor argentino, reconocido como uno de los principales teóricos del microrrelato en español.

Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Tucumán, dedicó parte de su obra a explorar las formas breves, tanto desde la creación como desde la crítica. Publicó libros de cuentos, microrrelatos y ensayos, entre ellos Menos de cien, La otra mirada y El microrrelato. Su estilo se caracteriza por la precisión, la ironía y la reflexión metalingüística. Fue también traductor y promotor de la literatura breve como forma de pensamiento.

No tengo nada contra usted. Escritor solitario en su escritorio, iluminado por una lámpara cálida, mientras una sombra abstracta con forma de 'adjetivo' se proyecta sobre la pared.

Artículos relacionados

Corrección cinematográfica

Corrección cinematográfica

Texto íntegro de Corrección cinematográfica Microrrelato de René Avilés Fabila   Cuando el aterrado público esperaba ver al inmenso King-Kong tomar entre sus manazas a la hermosa Fray Wray, el gorila con paso firme salió de la pantalla, y pisoteando gente que no...

leer más
De cómo me convertí en araña

De cómo me convertí en araña

Texto íntegro de De cómo me convertí en araña Microrrelato de Mariangela Ugarelli   Primero fue el silencio. Luego, el hilo. Después, la paciencia. Finalmente, el hambre. Cuando me di cuenta, ya no caminaba: tejía.   Sobre De cómo me convertí en araña El...

leer más
El constructor de palíndromos

El constructor de palíndromos

Texto íntegro de El constructor de palíndromos Microrrelato de Fermín López Costero   Desde hacía tiempo, casi todas las noches, antes de acostarse, se entretenía un buen rato realizando maravillosos periplos de ida y vuelta a través de las frases. Era una tarea...

leer más