Parresia

Parresia es otra de esas palabras que se utilizan poco pero se practican bastante más y que intentamos rescatar hoy en esta sección.
Vayamos primero a la fuente por excelencia. El diccionario oficial informa que procede del latín tardío parrhesĭa, y este del griego παρρησία parrēsía y significa: Apariencia de que se habla audaz y libremente al decir cosas, aparentemente ofensivas, y en realidad gratas o halagüeñas para aquel a quien se le dicen.
Por cierto, es importante señalar que no hay polémica con la pronunciación ni con la ortografía de este vocablo: es parresia, sin tilde. Palabra de RAE. Sin embargo, en textos académicos o filosóficos, especialmente aquellos que tratan sobre la antigua Grecia o la filosofía, suele escribirse con tilde (parresía) para reflejar más de cerca la pronunciación original griega.

Etimología y origen

La parresia es una palabra griega que significa hablar franco, sin reservas, libre, decir veraz o, dicho de otro modo, discurso valiente. Como hemos visto, el término está tomado del griego παρρησία que significa literalmente decirlo todo. En la retórica clásica, la parresia era una manera de hablar con franqueza o de excusarse por hablar así.
La parresia ha sido utilizada en diferentes contextos a lo largo de la historia. En la antigua Grecia, era una forma de comunicación en algunas de las escuelas del siglo IV a.C., siendo la más utilizada por la escuela cínica. En el cristianismo, se convirtió en una virtud de los mártires, que no tuvieron temor de profesar su fe ante los tiranos que los amenazaban hasta la muerte. Y en la tradición siro-maronita, a partir de Teodoreto de Ciro (s. V), se aplicó para explicar la familiaridad o confianza que alcanzaron los monjes en el hablar con Dios. En la actualidad, este concepto está en el corazón de muchos movimientos de protesta. La parresia implica no solo libertad de expresión, sino la obligación de hablar con la verdad para el bien común, incluso frente al peligro individual.

La parresia en literatura

Aparece en la literatura por primera vez con Eurípides en Ión, una obra de teatro escrita entre los años 414 y 412 a.C.

En La parresia o el discurso valiente. De Michel Foucault a Judith Butler, de la profesora de Filosofía, Xisca Homar, se explora la parresia en el contexto de las formas contemporáneas de resistencia.
Michel Foucault desarrolló el concepto de parresia como una manera de discurso en el que uno habla abierta y sinceramente acerca de sí mismo o las propias opiniones sin recurrir a la retórica, la manipulación o la generalización. La parresia implica un compromiso del sujeto con la verdad de lo que dice, un compromiso radical, porque a menudo lo pone en peligro. La parresia es un concepto asociado a la ética y a la política. Este filósofo entendía la ética como el cuidado de sí, mientras que definía a la política como el cuidado de otros.

En fin, que ya sabemos cómo se dice cuando algunos hablan sin pudor. Parresia sí, pero cuidado.

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