Planteamos hoy unas dudas razonables (o no) en un sentido diferente al que solemos hacer, mucho más generalizado. Veamos.
Aunque solemos acudir al diccionario para ver qué significa una palabra, en realidad el sentido se construye en el momento del uso, en un entorno concreto, con hablantes concretos. Así, una palabra puede volverse irónica, emotiva, ambigua o incluso agresiva, dependiendo de quién la dice, a quién se dirige y cómo se dice. Es lo que la lingüística llama pragmática.
Polisemia y contexto. Cambios semánticos por región geográfica
Palabra / Expresión | Significado en España | Significado en América Latina | Observación cultural o estilística |
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Bárbaro | Grosero, tosco | Excelente, impresionante (ej. Argentina) | Ejemplo de inversión semántica por recontextualización local |
Guagua | Autobús (Islas Canarias) | Bebé (Chile, Cuba, Ecuador…) | Falsa equivalencia con consecuencias cómicas |
Coger | Tomar o agarrar | Tener connotación sexual (México, Argentina…) | Es tabú o vulgar fuera de España |
Cambios semánticos por tono e intención
Palabra | Tono / Contexto | Posible interpretación |
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Claro | Afirmativo (“¿Vienes?” — “Claro”) | Confirmación |
Irónico (“¡Claro, como si fuera tan fácil!”) | Sarcasmo o impaciencia | |
Vale | Neutro (“Vale, nos vemos luego”) | Aceptación sin matices |
Cortante (“Vale…”) | Desdén, desapego o fastidio |
Cambios semánticos por relación entre hablantes
Palabra tabú / grupo | Usada por miembro del grupo | Usada por alguien externo | Comentario |
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Maricón | Tono afectivo entre amigos LGTB | Ofensivo o insultante en boca ajena | Depende del vínculo, no del término |
Negro / Negra | Cariñoso en ciertos contextos familiares | Puede percibirse como racista o despectivo | El emisor es clave |
Viejo / vieja | Entre cónyuges o con afecto | Puede sonar despectivo o burlesco | El tono pesa más que la palabra |
Polisemia y contexto. Corolario
Más que un código fijo, la lengua es una especie de coreografía cultural. Lo que se dice significa no por sí solo, sino por su sonido, su lugar, su intención y su oyente. Por eso, una misma palabra puede ser puente o abismo.
Como dijo Umberto Eco: El lenguaje es una semiótica de la negociación.