¿Por qué se llama Andorra?
Enclavado entre montañas y fronteras, el Principado de Andorra ha sido durante siglos un territorio singular, marcado por su aislamiento geográfico y su peculiar sistema de gobierno compartido.
Aunque su tamaño es modesto, su historia está tejida con influencias romanas, carolingias y medievales que han dejado huella no solo en sus instituciones, sino también en su nombre. ¿Cómo llegó a llamarse “Andorra” este enclave pirenaico? La respuesta nos lleva por caminos que mezclan leyenda, lengua y memoria ancestral.
Andorra. Origen del nombre
No está del todo claro, pero hay varias teorías que lo vinculan con lenguas antiguas, leyendas bíblicas y descripciones geográficas. La hipótesis más extendida lo relaciona con el término navarro-aragonés andurrial, que significa tierra de matorrales o región cubierta de arbustos. Esta interpretación encaja con el paisaje montañoso y boscoso del país, enclavado en los Pirineos.
Otra teoría sugiere que el nombre proviene del árabe al-durra (الدرة), que se traduce como el bosque. Durante la ocupación musulmana de la península ibérica, muchas regiones recibieron nombres basados en su entorno natural, y Andorra, con sus densos bosques, pudo haber sido una de ellas.
La leyenda de Carlomagno
Según la tradición andorrana, el emperador Carlomagno otorgó el nombre al territorio en el siglo IX como recompensa por la ayuda de los habitantes locales en su lucha contra los musulmanes. Se dice que lo llamó así en referencia al bíblico Valle de Andor o Endor, donde los cananeos derrotaron a los madianitas. Aunque esta versión tiene tintes míticos, ha sido parte del imaginario nacional durante siglos.
Raíces prerromanas y vasco-ibéricas
Los historiadores también han rastreado el nombre hasta el pueblo prerromano de los andosini (Ἀνδοσίνους), mencionado por el historiador griego Polibio en el siglo II a.C. Este grupo habitaba los valles pirenaicos donde hoy se encuentra Andorra.
Algunos lingüistas creen que el término podría derivar del vasco handia (grande) o de ama-iturr-a (la de las diez fuentes).
Andorra. Consolidación medieval
El nombre Andorra aparece documentado por primera vez en el siglo IX, en el Acta de Consagración de la Catedral de la Seu d’Urgell, donde se mencionan las parroquias andorranas como feudos del obispado. A lo largo de la Edad Media, el nombre se mantuvo en documentos oficiales, consolidándose como la denominación del territorio.
En 1278, con la firma del primer paréage entre el obispo de Urgell y el conde de Foix, se estableció la soberanía compartida del Principado, y el nombre Andorra quedó definitivamente ligado a este país europeo.
NOTA. En la provincia de Teruel hay un municipio también llamado Andorra, sin vinculación conocida con el principado.