Exordio
Uno de los objetivos de esta sección Rescatando palabras olvidadas es volver a poner en circulación términos que consideramos que han sido apartados sin justa causa del vocabulario común. Otro es, simplemente, dar a conocer vocablos que están heridos de muerte. Es el caso de hoy con prurito.
Prurito. Etimología
Proviene del latín prurītus, picor o comezón. Este término se deriva del verbo prurire, que originalmente significaba estar caliente o picar. La raíz indoeuropea de la que proviene es preus-, relacionada con los conceptos de congelar y quemar. El término prurito se documenta en español desde 1450, habiendo pasado previamente al latín medieval como un término culto.
Significados de prurito
Dos acepciones nos ofrece el diccionario oficial:
- Deseo persistente y excesivo de hacer algo de la mejor manera posible.
- Comezón, picazón.
En el ámbito médico, el prurito se refiere a una sensación de picazón o comezón en la piel que provoca el deseo de rascarse. Los mecanismos del prurito pueden ser dermatológicos, sistémicos o neurogénicos, lo que refleja la complejidad de este síntoma en el contexto clínico.
Sin embargo, es en su uso figurativo donde el término adquiere matices particularmente interesantes. Así, se emplea para describir un deseo intenso o una inclinación persistente hacia algo, especialmente en el ámbito intelectual o creativo. Este uso metafórico del término médico traslada la idea de una sensación física incómoda y urgente a un plano más abstracto, refiriéndose a un impulso mental o emocional igualmente apremiante.
Por ejemplo, se puede hablar del prurito intelectual para referirse a una curiosidad insaciable o un deseo ardiente de conocimiento. El prurito creativo describe la necesidad imperiosa de un artista de expresarse a través de su obra. En el ámbito académico, el prurito investigador sería un impulso incansable por descubrir o profundizar en un tema de estudio.
Este uso figurativo del término en una acepción similar a pulsión añade una dimensión de urgencia y casi de incomodidad a la descripción de impulsos o deseos, evocando la imagen de algo que pica en la mente o el espíritu de una persona, impulsándola a la acción o a la búsqueda de satisfacción intelectual o creativa.
Prurito. Evolución
La evolución del significado desde lo puramente físico hacia lo metafórico ilustra la riqueza del lenguaje. Esta transición semántica refleja cómo las experiencias corporales sirven como base para describir estados mentales o emocionales más complejos, creando así conexiones lingüísticas entre lo tangible y lo abstracto.
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