Exordio
Estaba yo como un autómata, viendo un telediario mientras hacía otras cosas, cuando salió una cara desgraciadamente conocida hablando de resiliencia. Ya saben ustedes de quien era la cara, del autócrata felón dando un mitin en la tribuna del Congreso de los Diputados sobre la verdad y la mentira. ¡Manda huevos!, como diría Trillo.
En ese momento, pasada temporalmente la ira y la frustración me dio por pensar que cuántos hispanohablantes conocían la palabra resiliencia hace solo un par de años. Mi respuesta es que solo unas decenas, ahora es otra cosa porque es una palabra no inventada pero sí impuesta por los globalismos del poder. ¿Y qué relación tiene todo esto con la reciedumbre?
Reciedumbre. Etimología
La palabra reciedumbre proviene del adjetivo recio y del sufijo -umbre, que indica cualidad, conjunto y cantidad. Recio tiene sus raíces en el latín recius, que significa fuerte o robusto. El sufijo -umbre se utiliza para formar sustantivos abstractos que denotan cualidades o estados.
Significado y sinónimos
Según la Real Academia Española (RAE), reciedumbre se define como fuerza, fortaleza o vigor. Es una cualidad que denota la capacidad de resistir y superar adversidades con determinación y energía. En términos más amplios, puede referirse tanto a la fortaleza física como a la mental y emocional.
A mi entender, esa definición se queda muy corta porque es algo más. Tiene connotaciones que superan lo físico para ser íntimas, morales. Tener reciedumbre no es solo tener fortaleza, es el estado moral de tenerla y practicarla, es consistencia, es coherencia y es, sobre todo, voluntad.
Según la RAE, son sinónimos de reciedumbre: fuerza, fortaleza, robustez, firmeza, vigor, potencia, reciura, vitalidad, energía, entereza, poder, empuje, tenacidad y rezura.
Y vamos ya con la resiliencia. Esta es la definición que propone el diccionario oficial: Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Bien, pues eso, exactamente, es la reciedumbre. El otro problema añadido es que no puede haber ni resiliencia ni reciedumbre sin voluntad, sin responsabilidad y sin libertad. Quienes abogan por la resiliencia, por lo tanto, están haciéndolo por la mentira, por la ficción y por el engañabobos o el engañapichangas.
Reciedumbre. Usos
Se utiliza para describir la fuerza y la robustez de una persona o cosa. Por ejemplo:
- Física: La reciedumbre de los deportistas olímpicos les permite realizar esfuerzos físicos extremos sin cansarse fácilmente.
- Mental: A pesar de las dificultades, su reciedumbre mental le permitió mantenerse positivo y seguir adelante.
- Emocional: La reciedumbre de aquellos que luchan contra enfermedades graves es digna de admiración y respeto.
Aquí sí, aquí sí parece que el uso se acomoda mejor con el sentido de la palabra,
Corolario
En hablarydecir optamos rotundamente por la reciedumbre, la física, la mental y la espiritual. Lo hacemos de verdad, yendo de frente y afrontándola. Y por eso metemos a la palabra -y al concepto- en nuestro archivo de palabras pendientes de rescatar, porque además es una virtud que no podemos desdeñar.
Se nos olvidaba: esta palabra es femenina aunque su uso parece destinado solo para hombres. Es falso, una mujer femenina puede -y debe- tener toda la reciedumbre del mundo sin perder un ápice de su feminidad.