Alipori. Vergüenza ajena
No hay problema en decir vergüenza ajena pero ¿por qué no lo sustituimos de vez en cuando por alipori? Es más corto, más sonoro, mucho más bonito y tiene exactamente el mismo significado, es decir, algo así como lo que provocan Óscar Puente y Pilar Alegría cada vez que abren la boca.
La palabra alipori es un término que, aunque poco conocido, describe una emoción común: la vergüenza ajena. Se utiliza para expresar esa sensación incómoda que se experimenta al presenciar la conducta embarazosa de otra persona. Y, ¡ojo!, es un término masculino, como bien indica el diccionario oficial.
Origen y etimología
Proviene del euskera, la lengua ancestral del País Vasco. En vascuence, alipori se desglosa en ali (propio) y pori (pudor), lo que literalmente podría traducirse como pudor propio, aunque se refiere al pudor sentido por las acciones de otro. Esta palabra conlleva una emoción que, aunque universal, no siempre tiene un término específico en todos los idiomas.
Significado
El significado de alipori se centra en la vergüenza experimentada de manera vicaria. Es ese momento en que, observando a alguien más cometer una torpeza social, se siente la incomodidad como si le estuviera sucediendo a uno mismo. Este sentimiento puede surgir en una variedad de situaciones, desde la observación de un comportamiento inapropiado en público hasta escenas embarazosas en películas o programas de televisión.
Sinónimos y antónimos
Entre los sinónimos de alipori encontramos expresiones como vergüenza ajena, bochorno ajeno y pena ajena. Estos términos, aunque más comunes, no siempre aportan la misma intensidad que alipori. Por otro lado, un posible antónimo podría ser orgullo ajeno, que describe el sentimiento opuesto de satisfacción o admiración por las acciones de otra persona.
En resumen, alipori es una palabra que añade una precisión notable para describir una experiencia emocional concreta. Su uso puede enriquecer tanto el lenguaje cotidiano como el literario, permitiendo una expresión más matizada de las emociones humanas. Desde luego, en hablarydecir apostamos decididamente por alipori. Lo malo es que son demasiadas veces.