El idioma sentinelés es la lengua hablada por los sentineleses, un pueblo indígena que habita la isla Sentinel del Norte, en el archipiélago de las islas Andamán, en el océano Índico. Esta isla, de tamaño similar a Manhattan, pertenece políticamente a la India, aunque las autoridades indias han optado por una política de protección absoluta, impidiendo el contacto con el mundo exterior. El aislamiento extremo de los sentineleses ha hecho que su lengua sea una de las menos documentadas y más enigmáticas del planeta.
Sentinelés. Etimología
No se conoce el nombre autóctono de la lengua ni de la isla, ya que los sentineleses no han revelado esta información y sus vecinos, los onge, la denominan Chia daaKwokweyeh. El término sentinelés es, por tanto, una designación externa, impuesta por la geografía y la investigación antropológica.
Usos, localización y vitalidad
Solo se habla en Sentinel del Norte y no tiene variantes dialectales ni se utiliza fuera de este territorio. Se estima que la población sentinelesa no supera el centenar de personas y algunos cálculos recientes la sitúan en torno a los 50 habitantes. La lengua se transmite exclusivamente de forma oral y se emplea en todos los ámbitos de la vida cotidiana de la comunidad, que mantiene un modo de vida cazador-recolector y nómada.
Historia y antigüedad
Los sentineleses descienden de poblaciones humanas que emigraron desde África hace unos 60.000 años y han permanecido prácticamente aislados desde entonces. No hay registros escritos ni testimonios directos sobre la evolución de su lengua, pero se presume que es una de las lenguas más antiguas y menos influenciadas del mundo. Su supervivencia se debe al aislamiento extremo y a la hostilidad activa hacia cualquier intento de contacto exterior, reforzada por traumas históricos derivados de incursiones coloniales y enfermedades foráneas. Estos a Sánchez se lo comerían vivo…
Características lingüísticas
No hay listas de vocabulario, grabaciones fiables ni estudios lingüísticos serios sobre el sentinelés, debido a la ausencia de contacto y a la protección legal que impide cualquier intento de investigación directa. Por tanto, es una lengua no testimoniada en la literatura lingüística. Se presume, por razones geográficas y antropológicas, que podría estar emparentada con las lenguas andamanesas pero no hay pruebas concluyentes.
Curiosidades y hechos relevantes
Es probablemente la lengua más aislada del mundo. No se conoce ni una sola palabra con certeza, ni detalles sobre su gramática, fonética o léxico. Los intentos de contacto fueron rechazados con firmeza y los pocos acercamientos realizados terminaron en violencia o retirada forzada, como ocurrió en 1974 durante el rodaje de un documental o en 2018 con la muerte de un misionero estadounidense.
La hostilidad de los sentineleses hacia los forasteros es una estrategia de supervivencia, ya que otras comunidades indígenas de las Andamán fueron diezmadas por enfermedades y violencia tras el contacto con colonizadores británicos y japoneses. Esta resistencia ha permitido que el sentinelés siga siendo una lengua viva, a diferencia de otras lenguas andamanesas que han sucumbido al hindi y otras lenguas regionales.
Es un ejemplo extremo de lengua no documentada: ni siquiera se sabe cómo se autodenomina el pueblo ni su idioma, y todo lo que se conoce procede de observaciones lejanas y especulaciones basadas en la cercanía geográfica con otras lenguas andamanesas.
Sentinelés. Corolario
Este idioma es un caso único: una lengua viva, hablada por una comunidad que preserva su aislamiento durante milenios y cuya existencia desafía los intentos de clasificación y documentación. Su estudio es imposible sin vulnerar los derechos y la seguridad de sus hablantes y su supervivencia es testimonio de la resistencia frente a la globalización y la colonización. Aquí el progrerío tendría mucha faena…