NOTA: Para no hacer una relación demasiado prolija, solo figuran aquí las efemérides literarias de autores cuya herramienta sea, o haya sido, el idioma español. Excepcionalmente, se incluirán también algunos autores de reconocido prestigio en el ámbito internacional.
Nacieron el político y escritor Francisco Pi y Margall (1824); el escritor y periodista hondureño Ramón Amaya Amador (1916); la poeta y ensayista argentina Alejandra Pizarnik (1936) y la periodista y escritora argentina Sandra Russo (1959).
Fallecieron la escritora española Amalia Domingo Soler (1909); el escritor y periodista español Wenceslao Fernández Flórez (1964); el poeta y ensayista mexicano Jaime García Terrés (1996); la escritora y antropóloga venezolana Florinda Donner (1998); el dramaturgo español Antonio Buero Vallejo (2000); el historiador español, cronista oficial de la ciudad de Zaragoza, Antonio Beltrán Martínez (2006) y el poeta venezolano Willy Mckey (2021).
Estimando la valía de los citados, en hablarydecir.com profundizamos ahora sobre Willy Mckey.
La razón de elegirle es rotunda: poco se conoce de su obra literaria y mucho de sus delitos y su suicidio. Y eso nos parece injusto porque una cosa no quita la otra. ¡Ay, si canceláramos a todos los escritores que delinquieron!
El estilo literario de Willy Mckey se caracterizaba por su versatilidad y profundidad. Su poesía a menudo exploraba temas de identidad, cultura y crítica social, utilizando un lenguaje que mezclaba lo cotidiano con lo filosófico. Mckey entrelazó la tradición poética con modernidad y contemporaneidad, lo que le permitió crear obras con experiencias y desafíos propios de la sociedad venezolana.
Mckey estuvo influenciado por la cultura popular y la música, lo que se reflejó en la ritmicidad y musicalidad de sus versos. Además, su escritura no se limitaba a la poesía; también desarrolló narrativa y ensayo, demostrando su capacidad para abordar diferentes géneros con la misma destreza.
Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran: Vocado de orfandad (2007), Paisajeno (2011) y Canto 14.
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