Rogelio Guedea
Texto íntegro de Torturas, de Rogelio Guedea
Cuando le cortaron la mano izquierda, la mano izquierda alcanzó a escribir todavía unas palabras de amor en una de las paredes del calabozo. Cuando le cortaron la mano derecha, la mano derecha hizo una seña obscena con el dedo un poco antes de caer. Dos horas después, cuando le arrancaron la boca de raíz, la boca sin raíz dijo salud y buenas noches a la concurrencia. Después vendrían los pies, las rodillas, los hombros, la espalda, la nuca, el pelo, las orejas y, por último, los ojos. Antes de sacarle el ojo izquierdo, el ojo izquierdo derramó una lágrima helada al apagarse. Pero antes de sacarle el ojo derecho, el ojo derecho gritó de terror en el preciso instante en que reconoció, como suyo, el puño que se estrellaba contra su nariz.
Sobre Torturas
Tras El amor que yo quería contar publicamos hoy en nuestros microrrelatos el segundo del mexicano Rogelio Guedea.
Compuesto por una sola oración, el texto utiliza un narrador en primera persona que relata en tiempo presente, creando una sensación de inmediatez y urgencia. Esta técnica narrativa sumerge al lector directamente en la experiencia del protagonista, intensificando el impacto emocional de la historia. Guedea explora la compleja psicología de alguien que ha sufrido torturas y ahora se encuentra en la posición de torturador. Esta inversión plantea preguntas profundas sobre el ciclo de la violencia y cómo las experiencias traumáticas pueden transformar a una persona. La ambigüedad moral de la situación invita a reflexionar sobre los conceptos de justicia y venganza.
El uso de la paradoja y la ironía es evidente en cómo el narrador encuentra placer en infligir el mismo dolor que antes sufrió, lo que añade una capa adicional de complejidad psicológica al relato. Un aspecto notable del microrrelato es su uso de la elipsis. Mucho de la historia queda sin decir, permitiendo al lector llenar los vacíos con su propia imaginación. Esto no solo hace que el texto sea más participativo, sino que también amplifica su impacto emocional. El final del microrrelato presenta un giro sorpresivo que obliga al lector a reconsiderar todo lo leído anteriormente, dejando una impresión duradera.
Sobre Rogelio Guedea
Rogelio Guedea, poeta, narrador y ensayista, licenciado en Derecho y en Lengua y Literatura Españolas, se doctoró en Letras por la Universidad de Córdoba (España). Colabora en medios de comunicación y es profesor de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), donde coordina programas de lengua y literaturas hispanas y portuguesas.
Está reconocido como uno de los mejores autores contemporáneos de microrrelato, como certifica este libro editado por Menoscuarto —Cruce de vías (2010)—. Con él, se suma a sus anteriores títulos de este género: Al vuelo (2003), Del aire al aire (2004), Caída libre (2005) y Para/caídas (2007).
Rogelio Guedea vuelve a demostrar en Cruce de vías su maestría en el microrrelato, un espacio en el que las fronteras de la expresión se disuelven, donde pongo en juego todos los recursos estilísticos habidos y por haber, según explica este mexicano, uno de los autores más sólidos de la literatura hispanoamericana actual. Guedea trata, como sus títulos de este género, de ofrecer una metafísica de lo cotidiano, mostrando vertientes de la realidad inmediata que pasan desapercibidas. En palabras del autor, es el detalle de la mirada, el margen de las cosas, la orilla de los acontecimientos, donde muchas veces la maravilla es una constante, lo que sostiene a toda mi narrativa ultracorta.