Quizá ya lo sabía pero Salvador Dalí no pagaba en los restaurantes. ¿Le invitaban? Seguro pero si no, había otro método.
La anécdota no está confirmada pero parece ser que la estrategia de Dalí era la siguiente: después de disfrutar de lujosas cenas con amigos en restaurantes caros, Dalí pedía la cuenta y procedía a escribir un cheque por el monto correspondiente. Sin embargo, antes de entregarlo, volteaba el cheque y realizaba un dibujo en el reverso, firmándolo. La idea detrás de esta acción era cenar gratis, que el dueño del restaurante, al recibir un cheque con un dibujo original de Dalí, preferiría conservarlo como una obra de arte valiosa en lugar de cobrarlo. Se dice que los propietarios de los restaurantes enmarcaban estos cheques y los exhibían en sus establecimientos.
Esta estrategia se alineaba con la personalidad excéntrica de Dalí y su amor por el dinero y los caprichos. También se relaciona con el escaso control que Dalí mantenía sobre su obra, lo que llevó a numerosas falsificaciones.
Aunque esta anécdota está muy difundida, su veracidad no está completamente comprobada y podría ser una leyenda que se ha popularizado debido a su concordancia con la personalidad extravagante de Dalí.
¿Imitó Picasso este truco para cenar gratis? Puede ser, pero nada más pude decirse.