Francamente, con perdón del jefe del albañal, hay cosas que exceden del sentido común y también del buen gusto. Es posible que haya quien se las dé de innovador pero, francamente de nuevo, no hay por dónde cogerlo porque parece mucho más producto de la ignorancia, conjugada, eso sí, con el pernicioso libertinaje del todovaleyhagoloquemedelagana…
Fíjense en la fotografía que nos acompaña. No entraremos en el fondo de la cuestión, aunque también ahí hay tomate. ¿Por qué un Estado deficitario ha de sufragar cursos a gentes que se lo pueden pagar si quieren? ¿Será la cultura socialista de la subvención para tener a muchos atados y bien atados? (¡Vaya, de nuevo sale -involuntariamente, Sánchez, que ha sido sin querer…- el franquismo 50 años después!)
Uno para abrir, otro para cerrar. Normas de los signos
No vamos a cansarnos en hablarydecir pero tampoco vamos a ser reiterativos, por lo que nos limitamos a entresacar las normas de los signos de puntuación:
- Los signos de interrogación (¿?) y exclamación (¡!) en español son únicos y característicos del idioma. A diferencia de otras lenguas, el español utiliza signos dobles, colocando uno al inicio y otro al final de la frase interrogativa o exclamativa. Esta práctica es obligatoria y se considera un error ortográfico omitir el signo de apertura.
- Estos signos se escriben pegados a la primera y última palabra del período que enmarcan, separados por un espacio de las palabras que los preceden o siguen. Sin embargo, si después del signo de cierre va otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
- Tras los signos de cierre puede colocarse cualquier signo de puntuación, excepto el punto. Cuando la interrogación o exclamación termina un enunciado, sus signos de cierre equivalen a un punto.
- Las mayúsculas se utilizan según corresponda a la oración en la que está la pregunta. Si el comienzo de la pregunta o de la exclamación no coincide con el inicio de la frase, se usa minúscula.
- Es posible combinar los signos de interrogación y exclamación, siempre que los signos de cierre sean simétricos a los de apertura. Por ejemplo, se puede escribir ¿¡Entró!? o ¡¿Entró?! pero no ¡¿Entró!? Fíjense bien en la diferencia.
- La simetría es también condición para el asunto que nos ocupa: si hay (como debe ser) un solo signo de apertura, tiene que haber uno solo de cierre.
Las normas anteriores, establecidas por la Real Academia Española, son fundamentales para el uso correcto de la lengua española escrita y contribuyen a la claridad y precisión en la comunicación. Se encuentran detalladas en: Ortografía de la lengua española, Diccionario panhispánico de dudas y Nueva gramática de la lengua española.
Corolario
¡Uno para abrir, otro para cerrar! Sin más.