¿Un verano que no es verano? ¿Clima veraniego en primavera?
Se habrán dado cuenta todos ustedes que hoy no ha empezado junio, sino que lo ha hecho el verano climatológico. En hablarydecir solemos quedarnos pasmados con ciertas cosas y por eso hemos consultado a gente que teóricamente sabe de estos asuntos: del clima, no de la manipulación de las palabras.
¿Qué es?
Nada, una moda, nos han explicado. ¿Quizás tenga algo que ver con la teoría indemostrada de que el cambio climático es provocado por la actividad humana? Casi seguro, ha sido la respuesta de un meteorólogo de cierta confianza.
Pero hemos querido profundizar y estas son las conclusiones que no son textuales pero casi:
Parece ser que en la ciencia sí que es un concepto que se ha usado aunque sin darle importancia alguna, es decir, residualmente. Fuera del ambiente científico nos lo empezaron a endilgar en 2023 y ya en 2024 van a saco para popularizar el término.
El verano climatológico es el periodo que abarca los meses de junio, julio y agosto en el hemisferio norte y diciembre, enero y febrero en el hemisferio sur. Este concepto, dicen que pretende simplificar el estudio y análisis de datos meteorológicos al alinear los meses completos con las estaciones, facilitando la comparación y el registro de las variaciones climáticas a lo largo del tiempo. De verdad, aunque nadie se lo crea, eso ha comentado, con sorna, eso sí.
Y, atención, que sigue:
Lo que viene a continuación procede de un texto aparentemente científico de un organismo estatal español que, por lo visto, se ha repartido por diversos centros escolares de Andalucía y Madrid, al menos. Hemos estado tentados de fotografiar el documento pero nuestro amigo nos ha pedido que, por favor, no lo hiciésemos. Ahí va, tómenselo con calma.
El verano climatológico se caracteriza por las temperaturas más altas del año debido a la inclinación del eje terrestre, que permite una mayor incidencia de los rayos solares en las regiones correspondientes. Este periodo es crucial para diversos sectores, como la agricultura, el turismo y la gestión de recursos hídricos. En muchas regiones, el verano trae consigo una temporada de crecimiento acelerado para cultivos y una mayor demanda de agua para riego y consumo humano.
¿Acaso lo anterior es alguna novedad? ¿Y por qué razón se hace necesario alterar las fechas naturales? ¿Ya no importan los solsticios ni los equinoccios?
Y claro está…
Además del verano, existen también las otras estaciones climatológicas: invierno, primavera y otoño. El invierno climatológico incluye diciembre, enero y febrero en el hemisferio norte y junio, julio y agosto en el hemisferio sur. Este periodo es conocido por las temperaturas más bajas y, en muchas regiones, por la presencia de nieve y condiciones meteorológicas adversas. La primavera climatológica, que comprende marzo, abril y mayo en el hemisferio norte y septiembre, octubre y noviembre en el sur, es la estación de transición donde las temperaturas empiezan a subir y la naturaleza se renueva con el florecimiento de plantas y el despertar de la fauna.
Por último, el otoño climatológico se extiende por septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio norte y marzo, abril y mayo en el hemisferio sur. Esta estación se caracteriza por el enfriamiento progresivo del clima, la caída de las hojas en las zonas templadas y la preparación de la naturaleza para el invierno.
El uso de estaciones climatológicas permite una organización más precisa y efectiva en el manejo de los recursos naturales y la planificación de actividades económicas, haciendo que sea una herramienta valiosa para científicos y profesionales de diversas disciplinas.
Pero no se preocupen
Porque está al caer que nos empiecen a informar de cosas como que es bueno hidratarse bebiendo agua, que vayamos con ropas frescas, que no nos paremos al sol, que nos pongamos protección solar y todas las demás mandangas con las que, sin rubor, nos tratan como a seres irracionales. Y quizás tengan razón…
Para concluir: hoy en Zaragoza, primer día del verano climático han desaparecido los pantalones cortos, las sandalias y las mangas cortas. Puede ser que vayamos con retraso y a nosotros nos llegue mañana el seudoverano, porque lo quieran o no, estamos en primavera.
P.D.: El segundo día de verano climatológico en Zaragoza también ha sido primaveral por lo que estamos igual que antes de inventarse el neoconcepto… Veremos el tercero.