En su día publicamos el artículo Vuelvo en… dentro de nuestra sección de Poliantea. Allí se explicaba con meridiana claridad lo absurdos y ridículos rótulos provisionales que, en caso de necesidad, ponen los comerciantes. Hoy incidimos en el mismo asunto, esta vez con imagen gráfica también.
En muchos comercios pequeños, es habitual encontrar el cartel de Vuelvo en 10 minutos o Vuelvo en X minutos cuando el responsable se ausenta. Aunque la intención es informar al cliente, la realidad es que, si no se indica la hora en que se colocó el cartel, este mensaje no solo pierde utilidad, sino que puede resultar contraproducente y generar frustración. Analicemos por qué este tipo de carteles, en su versión más básica, son un error de comunicación y cómo pueden incluso empeorar la experiencia del cliente.
La paradoja del Vuelvo en 10 minutos sin hora
La ilusión de informar
El principal problema de estos carteles es que aparentan ofrecer información útil, pero en realidad no la proporcionan. Si un cliente llega y lee Vuelvo en 10 minutos sin saber cuándo se puso el cartel, no tiene forma de saber si debe esperar un minuto, diez, o si el tiempo ya ha pasado y el responsable está a punto de volver o acaba de irse. El mensaje se convierte en una incógnita irresoluble.
Desinformar es peor que no informar
En comunicación, la claridad y la precisión son esenciales. Un cartel ambiguo no solo no ayuda, sino que puede generar enfado o sensación de burla. El cliente se siente desorientado y, en muchos casos, engañado: ha recibido un dato que, por falta de contexto, no puede interpretar. Es preferible no poner ningún aviso antes que ofrecer uno que solo añade confusión.
El efecto en la percepción del cliente
Frustración y pérdida de confianza
El cliente que se encuentra con un Vuelvo en 5 minutos sin referencia temporal experimenta una sensación de desamparo. No sabe si esperar o marcharse y puede sentir que el comercio no respeta su tiempo. Esta pequeña experiencia negativa puede erosionar la confianza y la imagen del negocio, especialmente si se repite.
Sensación de falta de respeto o de lógica
Muchos clientes perciben estos carteles como una muestra de descuido o incluso de falta de lógica elemental. La comunicación eficaz requiere empatía y sentido común: si no se facilita la información clave (la hora), el mensaje pierde todo su valor y puede ser interpretado como una falta de consideración y de respeto hacia el público.
La solución
La única forma efectiva de utilizar estos avisos es complementarlos con la hora exacta en la que se espera el regreso. Algunos comercios utilizan relojes señaladores ajustables para indicar la hora de vuelta, lo que sí permite al cliente calcular el tiempo de espera real. De lo contrario, el cartel es totalmente inútil.
Vuelvo en 10 minutos. Corolario
El rótulo de Vuelvo en X minutos sin hora de referencia es un ejemplo de mala comunicación que, lejos de ayudar, desinforma (como la banda de oclócratas de Sánchez, sí) y puede irritar al cliente. No es solo una cuestión de forma, sino de fondo: la información debe ser útil, precisa y respetuosa con el tiempo de quienes la reciben. Un simple gesto, como indicar la hora exacta de regreso, transforma una tomadura de pelo en un verdadero servicio al cliente. Se trata de respetar al público (esto tampoco lo hacen los bandidos…) y de evitar errores que afectan negativamente a la percepción del negocio.