El queísmo y el dequeísmo son dos de las dudas razonables (o no) más extendidas en nuestro idioma. Las analizamos separadamente comenzando por la primera.
El queísmo es un fenómeno gramatical del español que consiste en la omisión indebida de una preposición, casi siempre de, delante de la conjunción que, cuando la preposición la exige la estructura sintáctica de la oración. Se trata de un error extendido tanto en la lengua hablada como en la escrita y su frecuencia se ha incrementado en las últimas décadas, probablemente por el deseo de evitar el dequeísmo, su fenómeno opuesto y por la tendencia general a simplificar las construcciones sintácticas.
Queísmo. Significado y ejemplos
La Real Academia Española define el queísmo como Supresión indebida de una preposición, generalmente de, delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado.
Ejemplos de queísmo son:
- Estoy seguro que vendrá en lugar de Estoy seguro de que vendrá.
- Me di cuenta que estaba equivocado en vez de Me di cuenta de que estaba equivocado.
- Me alegro que hayas aprobado el examen. Lo correcto es Me alegro de que hayas aprobado el examen.
- Estoy convencido que llegará a tiempo, en vez de Estoy convencido de que llegará a tiempo.
La omisión de la preposición afecta principalmente a oraciones subordinadas sustantivas, aunque también puede darse con otras preposiciones como en, a o con, aunque el caso más frecuente es con de.
Causas del queísmo
La presión social y normativa para evitar el dequeísmo ha llevado a muchos hablantes a suprimir la preposición incluso cuando es necesaria, por temor a incurrir en el error contrario. Además, la influencia del habla cotidiana, la falta de conocimiento gramatical y la tendencia a la economía lingüística contribuyen a la expansión del queísmo.
La Nueva gramática de la lengua española señala que el queísmo se suele producir en construcciones como darse cuenta que…, tomar conciencia que…, tener la seguridad que..., donde la preposición de es obligatoria porque el verbo o la expresión verbal la requieren para introducir la proposición subordinada. También es frecuente en locuciones conjuntivas como a pesar de que, a fin de que, en caso de que, donde la omisión de la preposición constituye igualmente un caso de queísmo.
Mensaje y estrategia
El queísmo no solo afecta a la corrección gramatical, sino que puede dificultar la claridad y precisión del mensaje, ya que la preposición cumple una función sintáctica fundamental en la relación entre los elementos de la oración. Por eso, la RAE recomienda evitar el queísmo y mantener la preposición cuando la estructura lo exige.
Una estrategia útil para determinar si la preposición de es necesaria consiste en sustituir la oración subordinada introducida por que por un pronombre como eso o esto. Si la preposición es necesaria con el pronombre, también lo será con que: por ejemplo, se dice me di cuenta de eso, por lo que lo correcto es me di cuenta de que. Sin embargo, esta prueba no siempre es infalible.
Así, el queísmo es un error gramatical ampliamente documentado y estudiado. Su corrección exige atención a las normas sintácticas y un conocimiento adecuado de las construcciones verbales y expresiones que rigen preposición. La vigilancia sobre este fenómeno es esencial para garantizar la precisión y corrección en la comunicación oral y escrita en español.