Exordio
¿Hay alguien que recuerde que, en tiempos, los niños jugábamos -y aprendíamos- con rompecabezas? De entre los que no lo recuerdan ¿hay alguien que sepa definir con relativa precisión qué es un rompecabezas? La respuesta es muy sencilla, aunque también muy dolorosa para quienes amamos al español y pretendemos defenderlo. Enseguida nos percataremos del porqué.
Significado de rompecabezas
Como siempre, acudimos en primera instancia al diccionario oficial: rompecabezas tiene tres acepciones, de ellas desestimamos a la última por no venir al caso de lo que nos interesa ahora. Las dos primeras son:
- Juego que consiste en componer determinada figura combinando cierto número de pedazos de madera o cartón, en cada uno de los cuales hay una parte de la figura.
- Problema o acertijo de difícil solución.
¿Cuáles son los sinónimos? Ahí está una de las claves: puzle, acertijo, adivinanza y enigma.
Desestimada la tercera acepción, ahora haremos lo mismo con la segunda porque no acaba de atenerse al objeto de este análisis ¿Por qué? Porque queremos entender el motivo por el que se le llama puzle a un rompecabezas.
El inventor del rompecabezas
John Spilsbury, un cartógrafo y grabador británico, es considerado el inventor del rompecabezas. En 1766, Spilsbury creó el primer rompecabezas como una herramienta educativa para enseñar geografía a los niños. Utilizó un mapa del mundo, lo pegó sobre una tabla de madera y luego cortó cada país siguiendo sus fronteras, creando así el primer mapa diseccionado.
Rompecabezas y puzle. Etimología
Rompecabezas: Esta palabra, aunque la RAE no lo diga, proviene de la yuxtaposición de romper y cabeza, sugiriendo una actividad que requiere esfuerzo mental para resolver un problema. Este término se refiere a cualquier juego que desafía a la mente, desde acertijos hasta juegos de piezas. Y son estos últimos los que nos interesan ahora.
Puzle: Proviene del inglés puzzle, y esta del inglés del siglo XVI, posiblemente derivado del verbo to pose en su sentido obsoleto de perplejar. Este verbo se utilizaba para describir el acto de desconcertar o confundir con problemas difíciles. También se cree que podría estar relacionado con el término medio inglés pusel, que significa confusión o desconcierto. En cualquier caso, esta polémica nos es ajena porque lo único que nos incumbe es que nuestro puzle viene del inglés puzzle.
Nuestro debate
¿Por qué decimos -y enseñamos a los niños- la palabra puzle en vez de rompecabezas? Sí, claro, en su día la RAE se lavó las manos con abundante jabón y decidió que españolizaba el término inglés quitándole una de las zetas y se quedaron tan anchos. ¿Por qué no pelearon, ni pelean, por evitar extranjerismos inútiles? Pues no lo sabemos pero dicen que es por imposición del habla popular. ¡En fin, que nadie se lo cree! Lo que la gente decimos siempre tiene un origen exógeno, no surge así como así, y menos con respecto a una palabra extranjera.
Lo que está muy claro es que cuando el diccionario dice que el sinónimo de rompecabezas es puzle, se refiere solo al Juego que consiste en componer determinada figura combinando cierto número de pedazos de madera o cartón, en cada uno de los cuales hay una parte de la figura.
Así que seguimos importando cosas inútiles. Y así nos va. A nosotros y a nuestra lengua.
Rompecabezas en cine y literatura
Los rompecabezas han tenido una presencia notable en el cine y la literatura. Por ejemplo, en la película Saw, los personajes deben resolver rompecabezas mortales para sobrevivir. En la literatura, El rompecabezas de la memoria de María Ospina Pizano analiza la reconstrucción de la memoria a través de narrativas fragmentadas.
Corolario
Es preocupante observar cómo términos como puzzle (que es como la mayoría escribe el ‘español’ puzle, por mucho que digan RAE y Fundéu)) están reemplazando a rompecabezas en el habla cotidiana. Esta tendencia refleja una falta de aprecio por la riqueza de nuestro idioma y contribuye a su empobrecimiento. Y es que la Real Academia Española y la Fundación del Español Urgente recomiendan el uso de rompecabezas o la adaptación puzle con una zeta, en lugar del extranjerismo puzzle, con dos. Algo es algo, aunque no valga para nada…
Según estas instituciones, es preferible utilizar términos en español para mantener la unidad y riqueza del idioma. El Diccionario panhispánico de dudas también afirma la preferencia del uso de rompecabezas para referirse al juego que consiste en componer una figura combinando piezas de madera, cartón u otros materiales. Y eso después de oficializar un término extranjero e innecesario.
Esta recomendación subraya la importancia de preservar el uso de palabras españolas frente a la creciente influencia de extranjerismos, que pueden empobrecer nuestro idioma y diluir nuestra identidad cultural. O sea, dicen una cosa y hacen la contraria. ¿A quiénes me recuerdan? A los que no quiero recordar.
Hemos de volver a decirlo: ¡Papanatas!