Campar por sus respetos es una locución verbal del español que retrata a quien actúa con independencia absoluta, sin someterse a autoridad ni a normas externas. Esta expresión, de sabor arcaico y matiz irónico, es rica en matices históricos y lingüísticos, como veremos a continuación en esta nueva entrada de Dichos y refranes.
Campar por sus respetos. Etimología
- Campar. Proviene del latín vulgar campare, que significa andar por el campo o extenderse. En español antiguo, campar adquirió el sentido de moverse libremente o manifestarse sin trabas. De ahí deriva el matiz de desenvolverse con soltura o sin restricciones.
- Por sus respetos. El término respetos aquí no alude a la cortesía, sino a los propios intereses, dignidad o conveniencia. Por sus respetos equivale a según su propio parecer o por lo que a uno le conviene.
El conjunto, entonces, describe a quien se mueve o actúa según sus propios criterios, sin acatar órdenes ni someterse a disciplina ajena. Es decir, autónomo o independiente.
Usos y registros
Es una frase más frecuente en España y en registros formales o literarios, aunque puede aparecer en el habla coloquial con tono irónico o críticos. Ejemplo de uso: En la empresa, Marta campa por sus respetos: no sigue protocolos y toma decisiones sin consultar.
Suele emplearse para señalar desobediencia, arrogancia o exceso de autonomía. Puede tener un tono de desaprobación, aunque en ocasiones se usa con cierta admiración por la independencia mostrada.
Son sinónimos o equivalentes: Ir por libre, Hacer su santa voluntad o No rendir cuentas a nadie.
En la España del Siglo de Oro, campar tenía una connotación de ostentación y poder: campar a sus anchas. El añadido por sus respetos refuerza la idea de que el sujeto actúa así por derecho propio o por sentirse superior.
En el español rioplatense, expresiones como andar a su aire o hacer la suya cumplen una función similar, aunque carecen del matiz arcaizante de la frase peninsular.
Campar por sus respetos. Corolario
Es una expresión de fuerte carga histórica y semántica que retrata a quien actúa con total independencia, guiado solo por su propio criterio y suele usarse para señalar desobediencia o falta de sujeción a normas, con matices que pueden ir de la crítica a la admiración según el contexto.