El ingreso en prisión de Santos Cerdán ha supuesto un terremoto político y mediático que el PSOE intenta gestionar con un mensaje unificado: hemos actuado con contundencia. Esta consigna se ha repetido en boca de ministros, portavoces y cargos socialistas, aunque a menudo acompañada de matices o de una visible incomodidad. Analizar el significado real de esa contundencia y su correspondencia con los hechos es clave para entender la crisis y la respuesta del partido.
¿Qué significa contundencia en este contexto?
En el argumentario socialista, contundencia se asocia a la asunción de responsabilidades y a la rapidez en apartar a los implicados. El propio sátrapa ha defendido que el PSOE actuó de manera contundente desde el primer momento y que se han asumido responsabilidades. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha insistido en que la imagen de Cerdán en prisión es desgarradora y decepcionante, pero que eso refuerza la lucha contra la corrupción con contundencia. Sin embargo, tanto en el Gobierno como en el partido, la apelación a la contundencia suele ir acompañada de frases que reconocen el daño, la gravedad y la necesidad de explicaciones.
Parece que confunden ser contundentes con ser contumaces en la comisión de delitos…
¿Es contundente la reacción del PSOE?
Analizando los hechos, la contundencia que proclama el PSOE se limita, de momento, a la expulsión inmediata de Cerdán y al respeto a la decisión judicial, por una vez y ya veremos…. No se han anunciado reformas internas, ni se han concretado medidas de regeneración, ni se ha producido un relevo claro en la cúpula del partido. La reacción ha sido más reactiva que proactiva: la dirección socialista se ha visto forzada a reunirse con Sumar y otros socios para intentar aplacar dudas y evitar una crisis mayor en la coalición. Mientras tanto, desde Sumar y otras fuerzas de la izquierda se exige (de palabra y para quedar bien) un giro real, la creación de una oficina anticorrupción y medidas de regeneración democrática contundentes que todavía no se han materializado.
Contundencia. ¿Por qué todos repiten el término?
La reiteración del término contundencia responde a una estrategia comunicativa clásica en situaciones de crisis: unificar el mensaje para proyectar control y determinación. Sin embargo, la falta de acciones concretas más allá de la expulsión y la apelación al respeto a la justicia revela que la contundencia es más retórica que real. De hecho, varios ministros y dirigentes socialistas reconocen la gravedad y el daño irreparable, pero no detallan pasos adicionales.
¿Y los casos de Begoña, del fiscal general del Estado, de Pumpido, del hermanito y el pacense del aforamiento fraudulento, de las maletas de Delcy y las sospechas de otros fraudes? Con todo eso siguen hablando de bulos y acabarán hablando también de contundencia. A posteriori.
¿Qué opinan los socios y la oposición?
Sumar y otros aliados consideran insuficiente la reacción socialista y reclaman medidas urgentes, mientras que el PP y otros partidos de la oposición califican la respuesta de tibia y exigen explicaciones inmediatas a Sánchez. Incluso dentro del Gobierno, voces como la de Yolanda Díaz han pedido de boquilla actuar sin contemplaciones y explicaciones claras.
La sensatez, como siempre está en Vox: denuncias y querellas para que cada cual pague por sus actos.
Contundencia. Conclusión
El PSOE ha optado por la contundencia retórica, pero los hechos demuestran que la gestión de la crisis es más defensiva que transformadora. La expulsión de Cerdán y el respeto a la justicia son pasos obligados, no necesariamente contundentes. La presión de los socios y la sociedad civil obligará al partido a concretar medidas si quiere que la contundencia sea algo más que una consigna repetida. Pero son falsos, cobardes y criminales…