Análisis en Son de… del occitano, una lengua singular de lirismo y resistencia.
El término occitano proviene de la palabra òc, que significa sí en esta lengua. Esta partícula afirmativa la distingue de las lenguas de oïl —como el francés—, donde el sí derivó del latín hoc ille. En cambio, òc procede del latín vulgar hoc, esto y su uso como afirmación acabó por dar nombre a toda una región lingüística: Occitania, textualmente el país donde se dice òc.
Esta denominación no es solo una curiosidad etimológica, sino una declaración de identidad frente a la hegemonía del norte.
Occitano. Origen y evolución
Es una lengua romance que se desarrolló a partir del latín vulgar, como el catalán, el gallego o el sardo. Su evolución se vio marcada por la geografía accidentada del sur de Europa: los Pirineos, los Alpes y el Mediterráneo crearon barreras naturales que favorecieron la consolidación de variantes lingüísticas propias.
En la Edad Media, el occitano alcanzó una notable vitalidad cultural, especialmente en la lírica trovadoresca, donde fue vehículo de refinamiento poético y pensamiento cortés.
Sin embargo, a partir del siglo XIII, con la cruzada albigense y la progresiva centralización del poder francés, el occitano comenzó a ser desplazado por el francés. La política lingüística del Estado francés, especialmente desde el siglo XIX, lo relegó a los márgenes, considerándolo una patois o dialecto rural, negándole estatus oficial y presencia educativa.
Usos actuales: oficialidad o amenaza
Hoy el occitano sobrevive en tres países: Francia, Italia y España.
En Francia, se habla en el sur del país, aunque su uso cotidiano ha disminuido drásticamente. En Italia, persiste en los llamados Valles Occitanos del Piamonte. Y en España, el Valle de Arán ha reconocido oficialmente su variante aranesa como lengua cooficial desde 2006.
A pesar de contar con entre dos y ocho millones de personas con alguna competencia en el idioma, según distintas fuentes, el occitano está considerado por la UNESCO como una lengua en peligro de extinción. La revitalización depende de políticas educativas, medios de comunicación y voluntad institucional, pero también de la transmisión intergeneracional, que se ha visto debilitada.
Singularidades
Presenta una riqueza dialectal notable: gascón, languedociano, provenzal, limosín, auvernés, entre otros. Esta diversidad interna ha generado debates sobre su estandarización, con propuestas como la norma clásica, la mistraliana o la bonnaudiana.
Fonéticamente conserva rasgos arcaicos del latín y comparte similitudes con el catalán.
Culturalmente, el occitano ha sido símbolo de resistencia identitaria. La literatura trovadoresca, la poesía moderna y la música popular han mantenido viva su expresión. En Toulouse, por ejemplo, la señalización bilingüe recuerda que la lengua no ha desaparecido, aunque su presencia sea frágil.
Occitano. Curiosidades
El occitano fue, durante siglos, lengua de prestigio literario. Los trovadores occitanos influyeron en la lírica europea, incluyendo la poesía gallego-portuguesa y el amor cortés en la literatura francesa. Además, el nombre Languedoc —una región histórica— proviene directamente de langue d’oc, (lengua del òc) lo que muestra cómo la lengua dio nombre al territorio, y no al revés.
Otra singularidad es que, a pesar de su marginación oficial, el occitano ha mantenido una vitalidad simbólica: se canta, se escribe, se enseña en círculos militantes y se reivindica como patrimonio cultural. Su persistencia es testimonio de una memoria lingüística que se niega a desaparecer.
Relación con el catalán
Ambas lenguas provienen del latín vulgar y evolucionaron en territorios contiguos, compartiendo rasgos fonéticos, morfosintácticos y léxicos. Durante siglos, fueron agrupadas bajo el nombre de provenzal por algunos estudiosos, dada su altísima inteligibilidad mutua. En la Edad Media, el catalán y el occitano formaban parte de un continuo dialectal que algunos investigadores denominan diasistema occitanorromance.
Sin embargo, con el tiempo, el catalán desarrolló una norma propia, una literatura diferenciada y una evolución política e institucional distinta. Hoy se considera una lengua independiente, aunque íntimamente emparentada con el occitano.
Una lengua que interpela al presente
El occitano es una lengua que plantea preguntas urgentes sobre diversidad, hegemonía cultural y derechos lingüísticos. Su historia es la de muchas lenguas minoritarias: ricas en expresión, pero empobrecidas por la política.