El tuit de Cadena SER —Arranca el acto de homenaje a las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura que preside Pedro Sánchez— no es un desliz gramatical, ni una coma extraviada, ni una ambigüedad inocente.
Es una frase que, tal como está escrita, afirma que Pedro Sánchez preside la dictadura. Y lo hace con la serenidad de quien cree estar informando.
La dictadura sin comas. Cuestión de oficio
La cuestión no es lingüística. No se trata de un problema de tono, ni de los vicios del lenguaje, ni de la polisemia traicionera. Es, simplemente, una falta de capacidad para redactar. Y en una emisora de radio —donde la palabra es materia prima, herramienta y responsabilidad— eso no es un detalle: es un síntoma.
Porque si uno escribe las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura que preside Pedro Sánchez, está diciendo exactamente eso. No hay subordinadas, no hay pausas, no hay matices. La dictadura que preside Pedro Sánchez. Punto. Y si no era eso lo que querían decir, entonces el problema es más grave: no saben cómo decir lo que quieren decir.
Presidente de la dictadura. Cuestión ética
Ahora bien, cabe otra lectura. ¿Y si no es un error? ¿Y si la frase dice exactamente lo que se quería decir, aunque no se sepa que se ha dicho? Porque si la redacción no es torpe sino involuntariamente certera —si al querer homenajear han acabado describiendo el régimen que preside el acto— entonces no estamos ante una falta de oficio, sino ante una puntería brutal. Han dado en el clavo de la realidad, aunque sea por accidente.
En ese caso, el problema ya no es técnico, sino político. Y no por lo que se dice, sino por lo que se revela sin querer. Porque si la dictadura que preside Pedro Sánchez es una construcción sintáctica, también lo es —para algunos— una construcción institucional. Y si el tuit lo afirma sin saberlo, lo que falta no es una coma, sino escrúpulo. O conciencia. O ambas.
Pensar antes de escribir: costumbre perdida
Pero volvamos al plano técnico. ¿Cómo se evita este tipo de barbaridad? Fácil: con una coma. Una sola coma entre dictadura y que preside Pedro Sánchez habría bastado para salvar el sentido. O mejor aún: con una frase subordinada bien construida. Por ejemplo: …acto de homenaje, presidido por Pedro Sánchez, a las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura. Pero claro, eso exige pensar antes de escribir. Y pensar, en ciertos entornos mediáticos, parece haberse convertido en una actividad secundaria.
Presidente de la dictadura. El rigor no se tuitea solo
Lo más inquietante, sin embargo, no es el error en sí, sino la naturalidad con que se acepta. El tuit sigue publicado. Nadie lo ha corregido. Nadie ha pedido disculpas. Y nadie ha explicado si fue un lapsus, una ironía, una provocación o una simple muestra de incompetencia. Y eso, en una emisora que presume de rigor informativo, es más preocupante que cualquier dictadura gramatical.
NOTA. La imagen que ilustra este artículo procede de un tuit publicado por Lucía Etxebarria.




