Que en un mismo cartel aparezcan CALIFICACIÓN con tilde y, antes, PABELLON y CODIGO, ambas sin tilde, no es una anécdota: es incultura ortográfica o desidia profesional. No hay tercera vía.
Así, la administración pública es, sin duda, culpable, aunque nadie se declare responsable de tales desmanes.
Mayúsculas. Norma inequívoca
Las mayúsculas siempre llevan tilde cuando la palabra lo exige. No hay excepciones, no hay matices, no hay estética corporativa que valga.
- PABELLÓN → debe llevar tilde.
- CÓDIGO → debe llevar tilde.
- CALIFICACIÓN → correctamente acentuada.
- MUNICIPAL, TERCIARIO, ZARAGOZA → no llevan tilde porque no la llevan nunca, no por ir en mayúsculas.
La coexistencia de formas correctas e incorrectas en el mismo soporte demuestra que no hay criterio, solo chapuza.
¿Por qué es tan grave en señalética pública?
Porque un ayuntamiento no puede permitirse escribir como si no conociera su propia lengua. Porque la señalética es un espacio de autoridad: si ahí se escribe mal, se legitima escribir mal en todas partes. Además, la mezcla de aciertos y errores revela que nadie revisó nada. Y si alguien lo hizo, fue un ignorante o irresponsable de tomo y lomo.
Conclusión
El que las mayúsculas no se acentúan no es un mito: es una excusa para justificar errores que ya no tienen coartada técnica desde hace décadas. Lo que se lee en ese rótulo no es norma: es negligencia ortográfica.
Lean esto bien, Cátedra, ¿Trafican?, Carteles con faltas y Errores que el Estado imprime son otros artículos publicados en hablarydecir referidos al mismo asunto. ¡Y aún así, no aprenden…!




