¿Y eso qué es, Intxaurrondo?

enero 16, 2025

Exordio

Seguro que, por desgracia, no le llega esta entrada a nuestra funcionaria Silvia Intxaurrondo, que, por lo visto, trabaja (o lo que sea) en RTVE por unos emolumentos nada módicos (537.000 €/año). Decimos nuestra funcionaria porque, efectivamente, lo es, como cualquier trabajador de lo que fue la radiotelevisión pública y hoy es un comisariado más al servicio del albañal de Sánchez y sus secuaces culpables.

Al igual que un periodista debería poder preguntar a otro cuando se encuentran (casualmente o no) por la calle, sin más riesgo que una respuesta inteligente, hablarydecir tiene el perfecto derecho (estamos en el país de los novísimos derechos) de criticar razonadamente a quienes se llevan, injusta e inmoralmente, nuestro dinerito a su buchaca. Y no hablamos de la tercera acepción, aunque quizá sí.

¿Y eso qué es, Intxaurrondo? ¿Profesional?

Vean bien la imagen, por favor. El contenido material realmente nos da igual a los efectos que nos ocupan, total es una pelea entre perceptores de dinero esquilmado a la gente… Así que vean bien la imagen, sobre todo, al principio y al final. Y de ahí viene nuestra pregunta ¿Y eso qué es, Intxaurrondo?

Pongámonos en situación:

  • Estamos ante una profesional de la palabra en ambas dimensiones, la oral y la escrita.
  • Sus remuneraciones provienen del dinero público, o sea, el de todos (excepto algunos).
  • Su compromiso con la verdad es inquebrantable y se compone, como casi todo, de fondo y de forma.
  • El respeto a toda la sociedad a la que sirve y le paga es otro bastión de su actividad profesional.

Aclaramos que lo anterior se refiere, fundamentalmente, a lo ideal, no a lo real. Y es una lástima enorme.

¿Y eso qué es, Intxaurrondo? ¿Dos signos de exclamación?

Vamos a ser generosos. Admitamos que el color rojo da más empaque al texto o, al menos, hace captar más la atención al lector, al igual que el corazoncito final (también rojo, por cierto).

Pero vayamos al mundo de la pureza:

  • Podríamos aceptar que se subrayara algo en rojo o en cualquier otro color, pero lo de poner signos en color diferente al del resto del texto es solo pueril, digno de un escolar de primaria sin la capacitación que se le supone.
  • Es un enorme contrasentido que el signo de cierre se utilice para la apertura. Y si en vez de uno pone dos, ya es para castigar a quien lo escriba con una semana sin recreo ni bocadillo.
  • Todo lo que se abre debe cerrarse, todo.
  • El uso de comillas y mayúsculas (aunque estas es posible que sean originales de la sentencia) es otro sinsentido sin criterio.

¿Algo más para Intxaurrondo?

¿Hay algún indicio de ambigüedad en el solo inicial del texto de la fotografía? No nos lo parece, aunque sí debe serlo para Silvia Intxaurrondo porque las otras opciones son ignorancia o rebeldía. ¿Por qué? Porque la Ortografía de la lengua española (2010) rotundamente expone:

a) Es obligatorio escribir sin tilde el adverbio solo en contextos donde su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad.
b) Es optativo tildar el adverbio solo en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad.

No nos sea ambigua, señora Intxaurrondo: usted siempre ha de estar con el que le pague, aunque se llame Sánchez Pérez, sea el jefe del albañal además de un sátrapa que atenta a diario contra la libertad y la democracia y no le retribuya con su dinero sino con el de todos. Con el de los que usted insulta a diario también.

Corolario

Si al menos, señora Intxaurrondo, usted fuera un adalid (no, una adalida no puede ser, ya ve) de la verdad, podríamos consentirle estas faltas de respeto, pero si lo fuera, dudo de que las cometiera.

Sin entrar en posibles mentiras, silencios indebidos o manipulaciones de cualquier clase, solo cabe una pregunta: ¿la señora Intxaurrondo no sabe escribir o por rebeldía juvenil hace lo que le da la gana?

Nos da igual. Aquí continuamos con el empeño de quitarnos los grilletes invisibles… Y lo conseguiremos, que ya vale de mediocres en el poder.

NOTA: Estaremos encantados de recibir sus críticas, comentarios, sugerencias o amenazas de querellas en hablar@hablarydecir.com 

Silvia Intxaurrondo

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