Félix de Azúa (Barcelona, 1944) es una de las voces más singulares de la literatura y el pensamiento español contemporáneo.
¿Quién es Félix de Azúa?
Es doctor en Filosofía y ha desarrollado su carrera como poeta, novelista, ensayista, traductor y articulista, manteniéndose siempre ajeno a modas y tendencias. Pertenece a la denominada Generación de los Novísimos y se distingue tanto por su ironía y lucidez crítica como por su escepticismo militante y su capacidad para analizar la cultura desde perspectivas poco complacientes.
En lo personal, proyecta una imagen de intelectual reflexivo, incluso corrosivo, incisivo en debates públicos, defensor de la libertad intelectual y crítico de las ortodoxias ideológicas, tanto en el ámbito político como en el estético. Su prosa y su intervención pública suelen estar impregnadas de un humor ácido y siempre apoyadas sobre una vasta cultura literaria y filosófica.
Su actividad
Azúa ha ido transitando con solvencia todos los géneros literarios:
- Poesía. Inició su carrera como poeta y fue incluido en la influyente antología Nueve novísimos poetas españoles (1970), junto a Pere Gimferrer, Guillermo Carnero y otros renovadores del género. Su obra poética —desde Cepo para nutria hasta Última sangre— se caracteriza por la experimentación formal y la ironía.
- Narrativa. Consiguió notoriedad con novelas como Historia de un idiota contada por él mismo y Diario de un hombre humillado, donde mezcló la reflexión, el humor y cierto desencanto existencial. Su narrativa abarca tanto relatos de introspección como crónicas de la sociedad española contemporánea.
- Ensayo y crítica. Como ensayista ha abordado temas tan dispares como la literatura, el arte, la lengua española o la vida intelectual europea, mostrando siempre claridad, sentido del humor y pensamiento original. Algunos de sus ensayos y columnas en prensa (El País, La Vanguardia, Abierto a todas horas) han marcado debates en la esfera pública española.
- Docencia y gestión cultural. Fue catedrático de Estética en la Universidad Politécnica de Cataluña y director del Instituto Cervantes en París.
Félix de Azúa en la RAE
La trayectoria de Félix de Azúa hacia la Real Academia Española fue intensa. Fue elegido académico de número el 18 de junio de 2015, para ocupar la silla «H», tomando posesión el 13 de marzo de 2016 con un discurso titulado Un neologismo y la Hache, al que respondió Mario Vargas Llosa en nombre de la corporación. Su candidatura la presentaron intelectuales de peso como Javier Marías y Carmen Iglesias y obtuvo un respaldo mayoritario frente a otros aspirantes.
Su ingreso se interpretó como la llegada de un intelectual completo a la Academia, valorado tanto por su conocimiento de la lengua, su versatilidad literaria como por su espíritu crítico y abierto. El propio Azúa, en su discurso y en entrevistas, ha mostrado una percepción poco complaciente tanto sobre la institución como sobre los retos del idioma, aportando independencia de juicio y un tono a veces polémico pero innegablemente fértil para el debate académico.
Durante su permanencia, Azúa ha abogado por la defensa de la lengua española, la necesidad de adaptar la RAE a los desafíos actuales y la importancia de mantener un alto nivel intelectual en la institución. Su voz se ha destacado en polémicas sobre financiación y política cultural, y sigue siendo uno de los académicos más visibles y activos en la esfera pública.
En definitiva, Félix de Azúa es un escritor y pensador fundamental para entender la literatura y el debate intelectual en España de las últimas décadas, alguien cuya presencia en la RAE representa tanto la vitalidad literaria como la capacidad de autocrítica del idioma y sus instituciones.