Pita Amor
Como los rieles del tren, de Pita Amor
Como los rieles del tren,
unidos y separados
pero siempre sentenciados
a llegar tarde al andén
Como el constante vaivén
del tren por los encrespados
cerros grises levantados,
mi amor y el tuyo también
corren paralelamente
corren fugitivamente
corren juntos, divididos
separados, pero unidos
corren hasta el mar quebrado
mar sin olas, desolado.
Sobre Como los rieles del tren
Como los rieles del tren, este sonetillo que incorporamos a nuestro Poemario, despliega una metáfora ferroviaria para ahondar en la dualidad del amor: conexión y distancia, sincronía y desencuentro. Así compara la relación amorosa con dos rieles que corren paralelamente, / corren fugitivamente, / corren juntos, divididos hacia un mar quebrado, desolado. Esta imagen alude al destino trágico de un amor condenado al fracaso temporal (a llegar tarde al andén), donde la unión física de las vías contrasta con su separación funcional, simbolizando la paradoja de una relación que coexiste entre la fusión emocional y la incompatibilidad existencial. El mar al final del trayecto, lejos de ser un símbolo de infinitud como en la tradición literaria hispánica, se presenta fracturado y yermo. Así se refuerza la visión desencantada que permea el poema.
Sobre Pita Amor
Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein (1918-2000), conocida como Pita Amor, fue una figura simbólica de la literatura mexicana cuya vida personal y obra poética se entrelazaron en un tejido de provocación y autenticidad. Nacida en el seno de una familia porfiriana venida a menos, desde su juventud desafió convenciones sociales: actuó en cine, posó para Diego Rivera y sostuvo relaciones públicas con figuras como José Madrazo, un ganadero 42 años mayor que ella. Apodada la undécima musa por Alfonso Reyes, su poesía —caracterizada por versos directos y confesionales— abordó temas metafísicos (Dios, la muerte, la soledad) desde un yo lírico que desnudaba sus contradicciones: Soy vana, soy soberbia, soy altiva / […] mas si la eternidad me fuera dada / sería humilde, callada, compasiva (Letanía de mis defectos).
La vida de Pita Amor estuvo marcada por tragedias como la muerte de su hijo Manuelito, ahogado a los dos años. También por escándalos como agresiones físicas a figuras como Carlos Monsiváis. Fue pionera de la liberación femenina junto a Carmen Mondragón (o Nahui Olin). Combinó hedonismo y misticismo en una obra donde lo autobiográfico se transfigura en reflexión universal. Su legado es el testimonio de una voz que desafió las normas estéticas y sociales de su época.
NOTA. Para no alargar demasiado esta entrada, les remitimos a nuestras efemérides del 30 de mayo, donde analizamos la figura de Pita Amor.